La RFA expulsa a dos periodistas soviéticos
La Unión Soviética amenaza con represalias al Gobierno de Alemania Federal tras la orden de expulsión lanzada contra dos periodistas soviéticos acreditados en esta capital.
El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores anunció horas antes la retirada de sus respectivas acreditaciones a Yegweni Baschmatschnikow, de la agencia Tass, y a Olew Nikiforow, corresponsal de Industria Socialista.
Aunque las autoridades alemanas motivan la expulsión en un proceso que se les sigue por conducir en estado de embriaguez, la medida alemana se interpreta como una represalia por la expulsión de la URSS de dos periodistas alemanes.
En un comunicado difundido ayer, la embajada soviética en Bonn calificó la decisión alemana de «medida arbitraria», al tiempo que hace responsable al Gobierno germano de las «consecuencias» que de ella puedan derivarse.
La nota soviética no alude a la expulsión de Robert Stengl, corresponsal en Moscú de la segunda cadena alemana de televisión (ZDF), y de su cámara Herbert Altmann, a mediados de mayo último.
En aquella ocasión, las autoridades soviéticas aprovecharon un incidente -sin importancia, según fuentes alemanas- para expulsar a los dos periodistas germanos, días después de que la RDA expulsara a otro periodista alemán occidental de la misma cadena de TV.
Fuentes bien informadas han declarado que la expulsión de los periodistas soviéticos se decidió el miércoles, un día después de que expirara el plazo marcado por Bonn para que Moscú retirara su decisión.
Aunque el Gobierno de Bonn expresó oficiosamente su esperanza de que la expulsión de los dos corresponsales no enturbie las «relaciones políticas» entre ambos países, la nota de la embajada soviética apunta en dirección opuesta a tales propósitos.
Este episodio se interpreta como un elemento más en el paulatino enfriamiento y nerviosismo que pesa sobre las relaciones germano-soviéticas.
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