Pacto antiterrorista
Todos los líderes Y partidos políticos condenan, una vez más, el terrorismo. No es bastante. Urgen soluciones contra la escalada de crímenes y violencia, que conducirán a dividir el país en zona na cional y zona enemiga. En buenos y malos. Buenos, los que ganen, y malos, los que pierdan.Para evitar trágicas repeticiones históricas es necesario e imprescindible la grandeza de gestos de quienes sólo pueden hacerlo para que sea efectiva y trascendente: los políticos. Pues a este país sólo lo arreglan los políticos. Naturalmente, los buenos políticos.
Para combatir al terrorismo no hacen falta leyes especiales, sino pactos entre los responsables políticos. Adoptando actitudes solidarias de condena, no sólo en palabras, consistentes en que ningún grupo capitalizara las víctimas, porque estas víctimas serían de todos. ¡Porque son de todos!
Todos los españoles de buena voluntad, y somcs la mayoría, estamos esperando un gesto de grandeza, y para ello hace falta que den la talla, entre Santiago Carrillo y Blas Piñar (como ejemplo de enemigos irreconciliables, entre otros), sellando con un apretón de manos la firme voluntad de renunciar a la violencia, a las acusaciones mutuas y propiciar la reconciliación y convivencia, sin perder la propia identidad. En fin, de romper con todo lo que nos separa y aunar esfuerzos con lo que nos une: España.
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