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Se construye en Pozuelo un garaje de cuatro plantas sobre suelo rústico

La construcción de un garaje subterráneo de cuatro plantas en zona calificada como rústica, dentro del término municipal de Pozuelo de Alarcón, tiene todas las trazas de convertirse en un hecho irreversible, aunque obren en su contra un pronunciamiento inequívoco de Coplaco, que considera las obras como «una infracción urbanística grave y manifiesta», y una orden del Gobierno Civil (20-11-1978), por la que se conmina al alcalde a que paralice las obras y «requiera a la empresa promotora para que rellene el vaciado existente, habida cuenta del peligro que puede suponer para la calle y chalets adyacentes».

Durante el medio año transcurrido desde que fue dictada esta orden, no sólo no se han detenido las obras, sino que el encofrado de las cuatro plantas subterráneas de aparcamiento está en fase avanzada de construcción y ha habido que apuntalar una de las paredes de la excavación por el peligro que corrían unos depósitos de fuel-oil) colindantes, que almacenan 120.000 litros.El litigio se sitúa en la calle del Atlántico, de Pozuelo de Alarcón, junto a la urbanización denominada El Paular. La asociación de propietarios de esta urbanización es la que, ha promovido las denuncias contra la empresa Transacciones Urbanas, SA, promotora del garaje.

Los pronunciamientos ya citados de Coplaco y Gobierno Civil lo fueron a instancias de la asociación de propietarios, debido al silencio que mantenía el Ayuntamiento ante sus peticiones. Pero la ya extinta Corporación -sustituida ahora por otra con mayoría de UCD-, lejos de acatar ambos dictámenes, en sesión celebrada el 8 de febrero último, acordó cambiar la calificación del suelo, que de rústico pasaba a ser urbano, y conceder, acto seguido, a Transacciones Urbanas, SA, licencia para construir su garaje.

Ante esta sucesión de irregularidades, los propietarios de El Paular presentaron un recurso de reposición ante el Ayuntamiento el día 1 de marzo, sin que hayan recibido respuesta. El 14 del pasado mes de mayo, se dirigieron de nuevo al alcalde para solicitar que se active la tramitación del recurso, que con carácter de urgencia se suspendan las obras hasta que Coplaco se pronuncie oficialmente sobre la calificación del suelo y que, en último caso, de admitirse la calificación urbana del terreno, la capacidad del garaje se limite a cincuenta plazas, que es el máximo legal.

El garaje que actualmente se construye tendrá un mínimo de 250 plazas, con una construcción subterránea aproximada de 100 metros de longitud, quince de anchura y doce de profundidad en su parte más alta, que tendrá cuatro plantas, todas ellas subterráneas.

En escrito remitido por Coplaco a la asociación de propietarios el 14 de marzo último, la entidad encargada del planeamiento del área metropolitana de Madrid insistía en que el terreno es «rústico de secano», y que, como tal, sólo admite actuaciones urbanísticas dispersas sobre parcelas mínimas de 25.000 metros cuadrados. En cualquier caso, se señala, el volumen de edificación no puede exceder los 0,20 metros cúbicos por metro cuadrado, y su uso sólo podrá ser de viviendas, industria agropecuaria, garaje privado o público, siempre que exista previa aprobación de la Comisión del Area Metropolitana.

Al margen de las irregularidades legales, que los afectados están dispuestos a llevar por la vía contencioso-administrativa, los propietarios de El Paular han denunciado la aparición de grietas en algunas calles y fachadas de chalets. Pero el mayor peligro deriva, a su juicio, de la existencia de los ya citados 120.000 litros de fuel-oil.

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