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"No hay complejidad jurídica, sino falta de voluntad para devolver el patrimonio

El representante de los trabajadores españoles ante el consejo de administración de la OIT, José Antonio Aguiriano (diputado del PSOE y consejero de Justicia del Consejo Vasco), refiriéndose al patrimonio expoliado a la UGT antes del año 1939, acusó al Gobierno español de «falta de voluntad para resolver un problema que está claro, que es evidente y que no está afectado de complejidad jurídica como sostiene el Gobierno».

A juicio de Aguiriano, el inventario confeccionado por la UGT «es perfectamente identificable y una gran parte del mismo puede ser devuelto inmediatamente por un puro acto administrativo por parte de las autoridades».En cuanto al patrimonio desaparecido o adquirido por terceras partes, al que hace alusión el Gobierno en su documento-respuesta al Comité de Libertad Sindical, el tema es -según Aguiriano- que la UGT no tiene por qué recurrir a los tribunales de justicia, como lo sugiere el Gobierno, en demanda de su devolución o de la indemnización correspondiente. Las terceras partes que de buena fe adquirieron tales bienes, no tiene por qué estar implicadas en las controversias, sostuvo el diputado del PSOE.

Respecto al patrimonio acumulado acusó al Gobierno de usar argumentos «cuya fuerza y cuya razón es extremadamente discutible». El patrimonio sindical acumulado -afirmó Aguiriano- proviene esencialmente de la cuota sindical obligatoria de todos los trabajadores españoles, de todos aquellos que, según la filosofía falangista, estaban implicados en el proceso de producción. Para Aguirlano, el patrimonio sindical, además de estar constituido por la cuota sindical obligatoria, se formó también el sacrificio de los consumidores, «desde el momento que la parte empresarial añadía su aporte a los costos de producción».

Sobre el criterio del Gobierno de que las centrales sindicales democráticas no serían las sucesoras o herederas, es una verdad de perogrullo desde el punto de vista de la filosofía de la organización verticalista -señaló-, pero sí son sucesoras,en el tiempo -sostuvo- en un sistema nuevo de libertad sindical y fuera del contexto totalitario de naturaleza no sindical que caracterizaba a la organización vertical fascista. Sobre esto concluyó que hoy las centrales sindicales, esencialmente UGT y Comisiones Obreras, representan a la gran mayoría de los trabajadores españoles y, como tales, son herederas de la tradición del sindicalismo democrático existente antes de la guerra, y que nunca cesó de existir durante la época de la dictadura. «El sindicalismo democrático jamás desapareció», afirmó Aguiriano, «ni en el interior de España ni en el exterior».

En cuanto a las «donaciones del Estado» de que habla el Gobierno, sostuvo que hay que clarificar si son o no donaciones: « Si son donaciones, incrementan y se acumulan al patrimonio específicamente sindical.» Para Aguiriano, a lo que no tiene derecho el Gobierno es a decidir por actos administrativos el sustraer toda una serie de servicios sociales o toda una serie de actividades que pueden ser perfectamente gestionadas por el movimiento sindical y que tienen precedentes y ejemplos similares en otros países democráticos, donde el movimiento sindical no es solamente una fuerza reivindicativa, sino también un vehículo de la acción social. Lo que procede -sostuvo Aguiriano- es que el Gobierno emprenda negociaciones con los trabajadores e incluso promueva y facilite una discusión ante la más alta instancia representativa del pueblo y de los trabajadores, como es el Parlamento.

Aguiriano sostuvo que existían referencias sobre este problema y dio como ejemplos la República Federal de Alemania, en donde todo el patrimonio expoliado y el patrimonio acumulado durante la época nazi fue devuelto a la central sindical alemana por decisión no ya de las autoridades alemanas, sino de las autoridades de ocupación. «Lo mismo podría decirse de Austria o de otros países que han tenido la desgracia, como el nuestro, de atravesar largos períodos de dictadura y de ausencia de libertad sindical y de auténticas organizaciones libres y democráticas.»

Finalmente, cabe señalar que el informe provisional del Comité de Libertad Sindical sobre la queja de UGT y la respuesta del Gobierno español será sometido al plenario del consejo de administración de la OIT, en el día de hoy, para su examen y debate.

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