Los democristianos alemanes se niegan a retirar su candidato presidencial
La Unión Cristiano-Demócrata (CDU), en la oposición, no retirará su actual candidato a la presidencia de la República Federal de Alemania (RFA), Karl Carstens, a pesar de la petición planteada por los dos partidos de la coalición gubernamental (socialdemócratas y liberales), tras la decisión del independiente Carl-Friedrich von Weizsaecker de no presentarse a la elección.
Socialdemócratas y liberales, que preconizaban la candidatura de este candidato independiente, exigieron ayer a los democristianos que cambiasen su candidato para evitar una crisis de conciencia entre los ciudadanos alemanes.Von Weizsaecker justificó su decisión de no presentarse a la elección presidencial, que tendrá lugar mañana, en base a que, dados los años de crisis para el mundo y la RFA que se aproximan, el próximo presidente alemán debería contar con el apoyo de una amplia mayoría, caso que no puede producirse, ante la decisión de la oposición democristiana. Esta cuenta con mayoría en la Asamblea electoral, que elegirá al próximo primer magistrado de la nación, debido a su predominio en la Cámara de las Regiones, el Bundesrat.
El actual presidente, Walter Scheel, renunció a la reelección, debido a la falta de apoyo que encontraría en ese colegio electoral.
En unas declaraciones a la emisora Deutschandfunk, cuyo texto fue facilitado a la corresponsalía de EL PAIS, el profesor Von Weizsaecker lamentó que la oposición democristiana haya provocado una confrontación en la cuestión de la elección presidencial: «Estoy convencido de que esta oposición hubiese prestado un mejor servicio a la nación y a ella misma si hubiese respaldado la reelección de Walter Scheel.
Von Weizsaecker, que durante nueve años ha sido asesor de la coalición gobernante, respondió cuando le fue planteada la pregunta sobre si daría marcha atrás en su decisión en caso de que el candidato democristiano no obtuviese la mayoría en la primera votación, contestó: «Yo he formulado mi renuncia. No estoy dispuesto a cambiar de parecer mientras permanezca la actual correlación de fuerzas. Ante la crisis que se avecina dije que de aceptar el puesto de presidente tendría que ser con el respaldo de una amplia mayoría.»
Scheel, el mejor
El encargado de relaciones del Partido Socialdemócrata (SPD), Egon Bahr, declaró que no cabe extrañeza alguna ante la decisión de Von Weizsaecker, ya que éste había dicho claramente que necesitaba un tiempo para considerar la oportunidad o no de su presentación. Bahr dijo también que, tanto antes como ahora, su partido ve al actual presidente, Walter Scheel, como el mejor candidato.Egon Sahr ha recriminado también al líder democristiano Helmut Kohl el haber dicho en el debate parlamentario sobre «la situación de la nación», la pasada semana, que, en lo fundamental, deberían ir unidos todos los partidos.
En el campo democristiano se cuenta con una clara victoria del profesor Karl Carstens, que procede ya a buscar sus futuros colaboradores en el cargo. La pasada semana anunció ya que no renunciaría a su pertenencia al partido democristiano CDU, lo que no corresponde con la práctica tradicional, que presentaba al presidente federal como un hombre desligado de intereses partidistas, incluso a efectos de afiliación.
La elección del antiguo militante nazi para la presidencia de la República es interpretada como una clara victoria de Franz Josef Strauss, jefe de los cristianosociales bávaros y del que Carstens es amigo íntimo.
La promoción del candidato conservador significará también la designación de Richard Stuecklen, del Partido Cristianosocial, como nuevo presidente del Parlamento.
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