Reducción del poder sindical y de los impuestos, objetivos del programa conservador

La reforma de la legislación para reducir el poder de los sindicatos, la disminución de los impuestos directos y el reforzamiento de la ley y el orden, son los puntos principales del programa del nuevo Gobierno conservador británico, que dirige Margaret Thatcher, y que fue leído ayer por la reina Isabel II en la inauguración de la nueva legislatura del Parlamento británico.

La ceremonia, que desde siglo y medio se desarrolla con la misma solemnidad y pompa, tuvo como escenario la Cámara de los Lores, adonde llegó la reina en una carroza después de recorrer el centro de Londres. Acompañaron a la soberana en la inauguración del Parlamento el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y su hermana la princesa Ana.Los puntos principales del programa conservador, leído por la reina, son los siguientes: La voluntad del Gobierno británico de cooperar plenamente con las comunidades europeas y sus aliados occidentales, aunque buscando solución a los problemas del mercado común referentes a la política agrícola, pesquera, participación británica en los gastos comunitarios y posición ante el nuevo Sistema Monetario Europeo.

Encontrar una solución en Rodesia, que esté acorde con los deseos democráticos de ese pueblo.

Restauración de la paz en Irlanda del Norte, con intento de conceder a la provincia un mayor control sobre sus propios asuntos.

Mejorar la posición defensiva británica y su contribución a la OTAN, con revisión de la política seguida hasta ahora sobre misiles estratégicos.

En el aspecto económico, la reina enumeró las prioridades de su Gobierno, consistentes en:

Combatir la inflación mediante una política firme en los aspectos monetario y fiscal, para lo cual se concederán incentivos a la industria y se reducirán los impuestos directos.

Reducir la participación estatal en las empresas.

En lo que respecta a los sindicatos, el Gobierno conservador introducirá en el Parlamento una legislación que derogue el actual principio de «coto cerrado» u obligatoriedad de estar sindicado para ejercer un trabajo.