El Gobierno español designará las sedes del Mundial-82

Veinticuatro selecciones, 52 partidos, veinticinco o veintiséis días de duración y una fase final a disputar en los cuatro grandes campos de Madrid y Barcelona componen las líneas maestras del Mundial-82 a celebrar en España. De acuerdo con los intereses del Gobierno español, el comité ejecutivo de la FIFA anunciará el viernes la fórmula por la que se disputará el torneo y la distribución de cupos por continente. Estados Unidos, ausente del Mundial desde 1950, tendrá posibilidades de clasificación para España.

La Federación Internacional de Fútbol ha inspeccionado recientemente los campos de fútbol de las ciudades que han solicitado ser sedes del mundial. El Gobierno español, a la vista de las recomendaciones de orden técnico y de acuerdo con sus intereses políticos, designará en julio las poblaciones en las que se celebrarán los encuentros. A partir de esa fecha, y sobre base firme, las ciudades elegidas podrán comenzar sus trabajos para adecuarse a las necesidades de un campeonato que sin duda reunirá a miles de extranjeros.España se planteó la posibilidad de hacer un mundial de dieciséis selecciones, que en principio es más económico o uno de veinticuatro, que, como punto de partida, presenta una cuenta de gastos más elevada. Con dos docenas de selecciones era mucho más fácil satisfacer los deseos de la mayoría de las ciudades solicitantes, y por esta fórmula se optó. De esta manera, prácticamente la totalidad de regiones españolas tendrán partidos del mundial y, por supuesto, se podrá complacer a aquellos entes autónomos que pudieran presentar algún problema de verse excluidos.

La FIFA es partidaria de suprimir la ceremonia de inauguración, prevista para Barcelona, porque entiende que en las tres últimas ocasiones los encuentros han finalizado con empate y no han dado brillantez al inicio. El Comité español quiere mantener la promesa hecha a la Ciudad Condal.

La fórmula que anunciará la FIFA será la siguiente: seis grupos compuestos por cuatro selecciones cada uno. Los dos primeros clasificados de la fase inicial tendrán plaza para la siguiente, en la que los doce ganadores formarán cuatro grupos de tres selecciones cada uno.

Los primeros partidos se celebrarán en las sedes designadas, excepto Barcelona y Madrid. En estas dos poblaciones, y en sus cuatro grandes campos, se disputarán los cuatro grupos de la fase final. Los cuatro ganadores disputarán las semifinales, el partido para el tercer puesto y la final. Con esta fórmula, Madrid y Barcelona tendrán, entre partidos de grupo, semifinales y final, ocho partidos cada una. Si el partido inaugural se celebra en Barcelona cabe la posibilidad de que el partido para el tercer puesto se traslade a una de las ciudades organizadoras de la primera ronda. De no ser así, Barcelona podría llegar a los nueve partidos. Todos los demás campos designados tendrán, pues, un mínimo de tres confrontaciones.

El aumento de selecciones se planteó en un principio con el argumento en contra de un descenso de calidad. Se estima por contra que los cupos continentales a asignar permitirán la clasificación de algunas de las selecciones de gran potencial que, de vez en cuando, quedan fuera y, en definitiva, la mitad de los participantes desaparecerán tras la primera ronda.

La recomposición que hace la FIFA para el mundial español en orden a la distribución de puestos es la siguiente: dos selecciones de la Concacaf -ocasión pintiparada para que Estados Unidos pueda clasificarse, aunque sea superado por México-, dos africanas, dos asiáticas, cuatro americanas -Argentina, clasificada de oficio por ser campeona del mundo, y otras tres- y catorce europeas, entre las que lógicamente deben estar Inglaterra y Checoslovaquia, ausentes en la pasada edición.

España, por ser organizadora, será una de las cabezas de serie y será incluida en un grupo en el que estarán dos de las selecciones más flojas del torneo -una africana y una asiática-, lo que le permitirá pasar a la ronda definitiva sin grandes problemas. Para el siguiente paso ya será naturalmente otro cantar, pero para el aficionado español el Mundial no morirá en el primer tercio.