Campaña soviética antiimperialismo

El jefe del Comité del Partido Comunista de Moscú, V. Grishin, ha pedido a los habitantes de la capital que se preparen a defender el modo de vida socialista cuando miles de extranjeros invadan la ciudad durante los Juegos Olímpicos de 1980. Grishin dijo que los moscovitas habrán de mostrarse hospitalarios con los visitantes, pero que deberán rechazar «los ideales y principios contrarios a nosotros».Estas palabras fueron recogidas por el diario Moskovskaya Pravda y pronunciadas ante un grupo de escritores, reunidos para estudiar el modo de reforzar la ideología del pueblo. El discurso refleja la preocupación de los dirigentes soviéticos ante la invasión de visitantes que llegarán a Moscú para presenciar los Juegos.

Grishin dijo que «hay que distinguir la falsa y peligrosa propaganda imperialista y asegurarnos que los habitantes de la ciudad sean capaces de rechazar la propaganda de los principios contrarios a los ideales del socialismo y comunismo en sus relaciones con los extranjeros».

En el plano político, las autoridades han comenzado a exiliar a los disidentes hacia las regiones más remotas del país. Con esta medida se pretende evitar incidentes durante la celebración de los Juegos Olímpicos.

Esta es una más de las decisiones que las autoridades soviéticas quieren tomar para que los primeros Juegos Olímpicos celebrados en un país de la órbita comunista tengan éxito sin problemas al margen de la técnica y del deporte. La perfección en el campo científico será ejemplar, y también están atentas a cualquier posible boicot interior o exterior (por los casos surafricano o israelí).