La soberana holandesa no abdicó en su setenta cumpleaños

La reina Juliana de Holanda celebró ayer su setenta aniversario, y treinta años de reinado, en el castillo de Soestdijk, en las cercanías de La Haya. En contra de los rumores sobre una posible abdicación a favor de su hija, la princesa Beatriz, de 41 años, la reina Juliana continuará ejerciendo sus poderes reales, sin determinar la fecha para su posible retirada del trono de la dinastía de la casa de Orange. Siguiendo la tradición, miles de holandeses festejaron el acontecimiento con el tradicional desfile multitudinario por los jardines reales, con entrega de regalos de todo tipo para una soberana que goza de gran estima popular.Hace unos meses los medios políticos holandeses hablaban con insistencia de las intenciones de la soberana de seguir el camino de su madre, la reina Guillermina que prefirió pasar los poderes de su reinado y disfrutar de unos años de retiro. Al parecer la reina Juliana (una de las primeras fortunas mundiales) no quiere continuar el precedente de la abdicación, para evitar que adquiera un carácter de presión sobre la soberanía de las futuras generaciones. Medios oficiosos citan hoy la existencia de cierto «malestar» entre la reina madre, Juliana, y su hija y sucesora, Beatriz, que deberá esperar su turno antes de subir al trono.

Los holandeses, con su tradicional espíritu tranquilo, no parecen demasiado preocupados por las pequeñas intrigas de palacio.