Lerdo no es tonto

«( ... ) Ojo: no se trata aquí de pedir depuraciones de signo contrario a las que se estilaban en el franquismo, sino de tomar en su momento, y a la altura que corresponda, las decisiones necesarias para que no aborten las posibilidades de una reconciliación profunda en este país. Y se echan a faltar normas jurídicas que establezcan «imcompatibilidades» para ciertos puestos de carácter público. No se trata, insistimos, de depurar: se trata de evitar que en el terreno de la justicia se produzcan casos que puedan suscitar razonables polémicas.Si, en cambio, la única conclusión que van a extraer de la fuga de Lerdo es la supresión de «permiso» a presos preventivos, que por la índole de las acusaciones que penden sobre ellos no supone temeridad concedérselos, malo. Si lo que se trunca es la necesaria reforma penitenciaria, peor( ... ).»

Un último detalle: resulta curioso, cuando menos, que sea precisamente un periodista de ideologíi ultraderechista quien encuentre "casualmente" a Lerdo en un lugar del sur de Francia, lo entreviste y no dé a conocer de inmediato la fuga. ¿No puede considerarse esto, de alguna forma, de apología del terrorismo?...

26 abril