También esta semana
De ningún modo puede considerarse la pintura de Meana como pintura-pintura. Ni por el formato de los cuadros, ni por las gamas naturalistas que emplea, ni por la manera de aplicar la pasta. La pintura de Meana recuerda. sobre todo, las apologías del arte abstracto consistentes en reproducir fondos de grandes cuadros en los que la figura resulta irreconocible. Se trata de una pintura amable, no exenta de qualité, en la que el tema naturalista ha desaparecido, pero sin que por ello haya cambiado sustancialmente el modo de pintar, la manera de concebir el cuadro. Alguien podría decir que esa ausencia de tema es precisamente lo que más se hace notar y en verdad es muy posible que se trate de una pérdida lamentable.
Joaquín Meana
Galería Eude. Barcelona
Babelia
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