Lerdo de Tejada ha huido de España

Fernando Lerdo de Tejada, uno de los principales implicados en la matanza de Atocha, ha huido de España y es probable que se encuentre en Suráfrica o algún país latinoamericano. Hace varios días, representantes de la revista Blanco y Negro le entrevistaron en París, adonde marchó aprovechando el «permiso de Semana Santa» concedido por el juez instructor del caso, el señor Gómez Chaparro, sin que el ministerio fiscal ni la acusación particular tuvieran conocimiento de que tal permiso había sido concedido ni de que el procesado no se hubiera presentado de nuevo en la cárcel al término del mismo.

En medios jurídicos se destaca, en relación con el permiso concedido a Lerdo de Tejada, la gravedad del delito por el que este último está procesado y la pena que podría corresponderle por el mismo -de veinte a treinta años de prisión-. A raíz de la publicación en la prensa de la fuga del procesado se reunieron los presidentes de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, mientras en medios oficiosos próximos a la judicatura se pone de manifiesto la «honda preocupación » ocasionada por el hecho.Por otra parte, Lerdo de Tejada tenía que haber regresado a la cárcel de Ciudad Real el día 17, y la correspondiente orden de busca y captura fue cursada cuatro días después, por medio de una simple comunicación a la policía, sin que se diera mayor publicidad por medio de edictos o notas de prensa, contra lo que es frecuente en casos de igual o menor gravedad.

En cuanto a la conducta observada en la prisión por los cuatro procesados en relación con el sumario de Atocha, el senador socialista Rogelio Borrás, presidente del Patronado de la Merced de Ciudad Real y primera persona que ha dado cuenta públicamente de la fuga, manifestó ayer a EL PAIS que el comportamiento de los cuatro presuntos terroristas no ha sido tan bueno como cabría esperar en personas a quienes se ha concedido varios permisos de salida, y relató un incidente del que fue víctima él mismo y en el que participaron Francisco Albadalejo y José Fernández Cerrá, dos de los cuatro implicados.

A raíz de este incidente, el señor Borrás presentó su dimisión al entonces director general, de Instituciones Penitenciarias, Jesús Haddad, asesinado poco después, pero no le fue aceptada.

Página 11