Rodesia enfrenta a laboristas y conservadores británicos
El primer ministro británico ha anunciado una nueva ofensiva diplomática a propósito de Rodesia si su partido gana las elecciones del 3 de mayo. Entrada ya la semana final de la campaña, James Callaghan trata de arrebatar a los conservadores la iniciativa sobre la cuestión rodesiana, acrecentada en importancia por el porcentaje de votantes registrado en las elecciones del país africano.Callaghan ha hablado con el presidente Carter durante el fin de semana para ponerle al corriente de sus intenciones. El primer ministro ha dicho que Washington y Londres proseguirán sus esfuerzos para conseguir un alto el fuego, y ha precisado en conferencia de prensa que, si vuelve a Downing Street, enviará a Rodesia a su representante personal, Cledwyn Hughes (que ya sondeó sin éxito un compromiso en noviembre pasado), para que prepare el camino a una conferencia de todos los partidos, con la colaboración de los Estados del frente, sobre la posible celebración de nuevas elecciones bajo la supervisión de las Naciones Unidas. La conferencia estaría presidida por el propio líder laborista.
Rodesia se ha convertido en un tema caliente en las manos laboristas debido a la elevada afluencia a las urnas en los cinco días de elecciones destinadas a traspasar la administración, que no el poder, a un Gobierno de mayoría negra. El ortavoz conservador para Asuntos Exteriores, Francis Pyril, ha declarado que el casi 64% de participación conseguido por el Gobierno de Ian Smith hace definitivamente de la cuestión rodesiana «una de nuestras prioridades una vez en el Gobierno ». El señor Pyril había anunciado previamente que una Administración tory tiene intención de levantar las sanciones británicas que pesan sobre su ex colonia y reconocer al nuevo Gobierno, si éste era fruto de unas elecciones limpias y suficientemente concurridas.
A falta de resultados finales, que se conocerán mañana o, con más seguridad, eljueves, este porcentaje de participación ha servido al primer ministro blanco para insistir en el reconocimiento del nuevo Gobierno por parte de Washington y Londres. Smith alega,que Rodesia ha cumplido sobradamente las condiciones establecidas en 1965 por Gran Bretaña como requisitos para la concesión de la indépendencia formal. Estos seis principios, ahora sustituidos por los planes anglo norteamericanos, pero que hasta marzo de 1977 sirvier on de punto de mira a sucesivos Gobiernos ingleses, se resumen en la elección de un. Gobierno que represente la mayoría negra, respaldado por el conjunto de la población, y el fin de la discriminación racial.
Nada hace pensar, sin embargo, que las elecciones vayan a poner punto final a la guerra de Zimbabwe, que se lleva más de 250 vidas cada semana.
Por su parte, Joshua Nkonio y Robert Mugabe, los dos dirigentes guerrilleros que combaten al régimen rodesiano, dijeron ayer en una entrevista radiada por una emisora surafricana que, a los ojos del Frente, el resultado de las elecciones no cuenta: «La guerra proseguirá y proseguirá más intensamente.» Los cálculos más fiables cifran en alrededor de 10.000 el total de los hombres en armas infiltrados actualmente en Rodesia por el ZAPU y el ZANU.
