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ELECCIONES DE ALCALDES

Enrique Tierno, alcalde de Madrid: "Desde mañana empezará la convivencia"

A las 12.50 de la tarde de ayer, Enrique Tierno Galván, 61 años, presidente de honor del PSOE y primer concejal electo de su partido en los pasados comicios del 3 de abril, fue proclamado alcalde presidente del Ayuntamiento de Madrid. después de que 34 de los 59 concejales (veinticinco del PSOE y nueve del PCE) le dieran su voto favorable, frente a los veinticinco que obtuvo su único rival, el primer concejal de UCD y ex alcalde digital José Luis Alvarez. En una sesión que duró 126 minutos y que empezó de forma tensa debido a cuestiones de procedimiento y de orden planteadas por concejales de UCD, que pusieron en duda la imparcialidad de Tierno por presidir la mesa de edad y al mismo tiempo ser candidato a la alcaldía, se dio finalmente a conocer oficialmente la identidad de los veinte miembros de la comisión permanente, compuesta por nueve concejales de UCD, nueve del PSOE y tres del PCE.

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El pleno se inició minutos después de las once de la mañana. A esa hora, luego de que el secretario general del Ayuntamiento, Pedro Barcina, diera a conocer la composición de la mesa de Edad (el concejal más viejo y el más joven), integrada por Enrique Tierno (PSOE): y José Rábano (UCD), se inició la sesión. Las tribunas de prensa y de público estaban completamente abarrotadas. En esta última se sentaron, entre otros, Alfonso Guerra y Javier Solana, del PSOE, Santiago Carrillo y Simón Sánchez Montero, del PCE.Unas trescientas personas siguieron el pleno a través de dos grandes pantallas de televisión, en circuito cerrado, instaladas en el patio de Cristales y en el salón Goya, a nexos al salón de Plenos.

En entredicho la imparcialidad de Tierno

Apenas iniciada la sesión, Antonio Vázquez (UCD) pidió la palabra para una cuestión de orden, que le fue concedida por el presidente de Edad, a pesar de la oposición del letrado. Vázquez planteó la conveniencia de que Tierno (candidato de mayor edad y, por tanto, presidente de la mesa de edad) dejase su puesto en favor del segundo candidato de mayor edad por ser al mismo tiempo candidato a la alcaldía. Tierno contestó señalando que durante muchos años había dado muestras de objetividad, pero que aceptaba que se pusiera en tela de juicio su imparcialidad, aunque le causaba una impresión penosa. Prometió ser absolutamente imparcial y neutral, no obstante favoreció indirectamente en repetidas ocasiones a UCD, privando en tres ocasiones del uso de la palabra a Alonso Puerta, interrumpiendo a Tamames en cuatro ocasiones y permitiendo que José Luis Alvarez sobrepasase el tiempo de diez minutos asignado a cada uno de los jefes de fila.

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Tras la comprobación de las credenciales de los candidatos y la constatación de que se encontraban presentes en la sala los 59 miembros de la Corporación (los concejales de UCD se limitaron a levantar la mano a medida que se les pasaba lista, en tanto que socialistas y comunistas se pusieron en pie), Miguel Herrero (número tres de UCD) planteó la «grave duda» de su grupo en torno a que Tierno Galván había anunciado en un debate anterior sobre el Plan Especial de Madrid dijo, que a través de su despacho se habían tramitado procedimientos contra el mismo. A requerimiento de Miguel Herrero, Enrique Tierno, después de argumentar que hacía seis años que no se había acercado a los tribunales, «a pesar de mantener un despacho de abogado gratuito», por lo que difícilmente podía haber iniciado cualquier trámite, hubo de empeñar su palabra de honor en contra de lo expuesto por Herrero, lo que fue aceptado por éste.

En ese momento, los concejales socialista y comunista Alonso Puerta, Ramón Tamames, respectivamente, hicieron uso de la palabra para pedir serenidad y que se mantuviese el debate a la altura y al nivel de las circunstancias históricas en que éste se producía. El presidente de edad pidió nuevamente moderación, luego de decir que «es muy difícil saber perder, aun cuando también es difícil saber ganar».

Al iniciarse el cuarto punto del orden del día, relativo a la elección del alcalde, Alvarez del Manzano (número dos de UCD) volvió a plantear una nueva cuestión de orden, al exigir que fuesen los concejales de UCD los primeros en votar, argumentando que su lista había sido la más votada de Madrid, y pidiendo que este sistema de votación prevaleciese durante todo el mandato de la Corporación. Fue replicado por Puerta y por Tamames, los cuales señalaron que las votaciones deberían hacerse, en todo caso, por partidos o por el orden resultante de la aplicación de la ley D'Hont. Después de varias intervenciones, en las que se registraron algunas alusiones personales, que fueron cortadas de raíz por Tierno, se llegó al acuerdo de que la votación se efectuase por orden alfabético de los concejales.

Tras el recaento de los votos (34, Tierno, y 25, Alvarez), los 59 concejales, puestos en pie, y parte del público presente, aclamaron durante largo rato a EnriqueTierno. En ese momento, el jefe de protocolo del Ayuntamiento, Alfonso Maza, impuso al nuevo alcalde el collar y el bastón.

Enrique Tierno, tras ser investido como alcalde, pronunció un corto discurso, que igualmente fue aplaudido por toda la Corporación. A la mitad del mismo hizo su aparición en la sala el gobernador civil.

Tierno y Tamames, vitoreados; Alvarez, abucheado

Tras la sesión plenaria y los abrazos y felicitaciones de rigor, Tierno y Tamames se asomaron al balcón central del edificio, donde se hallaban congregadas cerca de cien personas, las cuales vitorearon y aplaudieron a ambos, coreando sus nombres y gritando «Unidad, unidad». Tierno dirigió unas brevísimas palabras a los asistentes, entre las que dijo: «Desde mañana empezará la convivencia. »

Tras una rueda de prensa posterior al pleno, a la que asistieron Tierno y Tamames (Alvarez prefirió no asistir), el nuevo alcalde, el concejal comunista futuro primer teniente de alcalde, así como el concejal ucedista, abandonaron por separado el edificio de la Casa de la Villa. Mientras Enrique Tierno fue aclamado y vitoreado antes de introducirse en su coche (un R- 12 no oficial), al igual que lo fue Ramón Tamames (que abandonó el lugar a pie), José Luis Alvarez, que iba acompañado de varios concejales ucedistas, fue abucheado e insultado por el casi centenar de personas antes aludidas.

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