Escasa incidencia de los precios agrarios en la cesta de la compra
El Gobierno estudiará en su reunión de hoy la tabla de precios de productos agrarios sometidos este año a regulación de campaña, que quedó definitivamente ultimada ayer por el ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, y los representantes de las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional que han intervenido en estas negociaciones: Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Unión de Federaciones Agrarias de España (UFADE), Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) y Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos.
De los diecinueve productos que inicialmente integran la tabla sólo se ha alcanzado un acuerdo para diecisiete de ellos. El precio del aceite de oliva quedó fuera de la tabla y habrá de ser estudiado cuando se inicie la campaña, para lo cual ha quedado establecida en el FORPPA una mesa que garantizará la continuidad de estas negociaciones y que se ha fijado el mes de junio como tope para llegar a un acuerdo. Sobre el precio de la leche, estudiado durante ocho horas, no se llegó a un acuerdo y habrá de ser dictado unilateralmente por el Gobierno. Posiblemente el Consejo de Ministros decidirá hoy un precio muy próximo a las diecinueve pesetas para este producto, cantidad que proponía en las negociaciones el ministro de Agricultura y que apoyaban la COAG y el CNJA.La variación ponderada de los diecinueve precios es del 12,541 %, según estadísticas oficiales. Aunque la cifra es de difícil evaluación, este aumento supone en términos monetarios unos 87.000 millones de pesetas, teniendo en cuenta la incidencia de los diecinueve productos regulados sobre el valor de la producción final agraria, que asciende a 1,3 billones de pesetas. La repercusión de este incremento global ponderado en el índice de precios al consumo es, según la misma estadística, de 1,12 puntos.
Los representantes de la Administración y de las organizaciones que han intervenido este año en las negociaciones se reunieron ayer a las once de la mañana, para dar los últimos retoques a los acuerdos alcanzados y firmar el acta, acto que tuvo lugar hacia las siete y media de la tarde.
Al término de la reunión, y a falta de que el Gobierno dé «luz verde» hoy a la tabla, la Administración y algunas organizaciones agrarias han facilitado ya su primera impresión sobre los acuerdos.
El Ministerio de Agricultura considera que la negociación ha sido el éxito del consenso, consiguiéndose unos precios dignos y unas medidas complementarias coherentes que contribuirán ostensiblemente a mejorar la renta del sector agrícola. Según su titular, Jaime Lamo de Espinosa, los acuerdos son de una gran trascendencia, puesto que afectan a las estructuras de las explotaciones, al desarrollo de los circuitos comerciales y, sobre todo, inciden sólo 1, 12 puntos en la cesta de la compra.
Para la CNAG, las medidas complementarias generales pueden tener una trascendencia relativamente mayor que los precios; las de financiación y ordenación de cultivos, por ejemplo, pueden elevar notablemente la renta de los agricultores y acercarla a la de la industria y la construcción.
La impresión general de la UFADE era de disgusto, puesto que algunas zonas geográficas del país van a salir muy perjudicadas en sus cultivos. «Esperamos que las medidas complementarias puedan compensar, aunque es muy difícil, porque no llegan a todos.»
Para el CNJA la negociación ha sido positiva, aunque por momentos haya resultado tensa y difícil. El mayor éxito, según los jóvenes agricultores, es haber conseguido que los gastos de fuera del sector no hayan superado el 10%. También es importante para el CNJA que por primera vez no haya prevalecido en la mesa negociadora el criterio de los «viejos dirigentes» de negociar productos tan importantes como son la leche o el aceite de oliva sólo en función de los precios.
Medidas complementarias
En el apartado de medidas complementarias al cuadro de precios generales para el cultivo de cereales figuran como más importantes la creación de un grupo de trabajo para el estudio de un plan trienal relativo a la expansión y regulación del mercado y la continuidad del seguro de cosechas.Trigo: Actualización del catálogo de semillas y establecimiento de mecanismos para controlar la calidad harinera.
Cebada: Concesión por parte del SENPA de subvenciones y créditos para la construcción de almacenes.
Maíz: Créditos de campaña hasta 2 1.000 pesetas por hectárea para agricultores con menos de cinco hectáreas.
Arroz: Autorización de depósitos reversibles hasta una cuantía de 50.000 toneladas y por un importe del 80% del precio de garantía con aval.
Girasol: Revisión de la tipificación de contratos entre los agricultores y la industria extractora.
Remolacha: Ayudas a las inversiones que permitan la transformación directa de remolacha en alcohol, al objeto de aliviar los excedentes existentes.
Aceite de oliva: Nueva ordenación del sector del olivar y promoción del consumo de aceite de oliva mediante campañas de orientación al consumo.
Vinos: Revisión de los consejos reguladores de denominación de origen y aceleración del catastro vitivinícola,
Vacuno: Situar el precio de intervención superior a un nivel que salvaguarde suficientemente la producción nacional.
Porcino: Modificación de la banda de precios, en consonancia con el nuevo precio de garantía.
Carne de pollo: Estudio de la posible conveniencia de excluir en el futuro la carne de pollo del cuadro de precios regulados.
Leche de vaca: Acuerdo sobre discusión del Estatuto de la Leche.
Huevos: Revisión de los mecanismos de regulación.
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