La audiencia del UHF

El segundo programa de TVE -con una cobertura que apenas llega al 50% de la población- tiene un tope máximo de audiencia de 2.18 1.000 telespectadores los sábados, entre las 21.00 y las 21.30 (horario que corresponde a la emisión del programa La clave). La primera cadena alcanza, por el contrario, una audiencia máxima de 14.283.000 telespectadores los sábados, entre las 22.30 y las 23.00 (horario que corresponde a la emisión del espacio Sábado cine), según los últimos datos de Estudio General de Medios, SA, elaborados posteriormente por un departamento de RTVE.Mientras el primer programa tiene una audiencia medía de 13,5 millones de telespectadores (de lunes a viernes, entre las 21.30 y las 23.30), el segundo programa apenas llega, en el mismo horario y días, a 218.000 telespectadores por término medio, con un tope de 567.000 entre las 2 1.00 y las 21.30 horas.

El telediario Redacción de noche es seguido, según estos datos de 1978, por 464.000 telespectadores, cifra que llega casi a 600.000 con ocasión de los programas culturales, como Encuentros con las artes y las letras, Imágenes o el musical Pop-grama.

Los sábados, día de mayor audiencia de la semana, ven el segundo programa una media de dos millones de telespectadores, entre las 20.00 y las 22.00 horas. Audiencia que desciende a 1.300.000 los domingos a la misma hora. Todo hace suponer que La clave es el programa de mayor audiencia, con un millón de telespectadores más que los programas emitidos el do mingo a la misma hora (Filmoteca TV y La danza), pese a todas las trabas administrativas. La audiencia de La clave disminuye, sin embargo, a medida que se acerca la conclusión de los coloquios (707.000 telespectadores entre las 22.00 y las 22.30,y 279.000 entre las 22.30 y las 23.00 horas), si bien este año gana audiencia al adelantar su emisión en treinta minutos. A fondo, otro programa de prestigio, que se emite los domingos a partir de las 22.30, tendría, según los datos del año pasado, una audiencia media de 325.0190 y 99.000 telespectadores en la primera y segunda media hora, respectivamente.

La escandalosa desproporción de audiencia entre el primer y el segundo programa sólo podrá compensarse con una mayor calidad en la programación y con la necesaria y urgente extensión de su cobertura a todo el territorio nacional. Los ejecutivos, sin embargo, se empeñan en oscurecer la programación de la sobremesa y tarde del fin de semana con reposiciones de novelas y dibujos animados. No es extraño que estos programas sean vistos por un número de telespectadores que oscila entre 50.000 y 170.000, contra una audiencia media de siete millones de telespectadores a la misma hora y días por el primer programa.