Una revista venezolana pretende sentar en el banquillo a Carlos Andrés Pérez

El ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, podría verse envuelto en una embarazosa investigación judicial si prosperan los intentos de un grupo de ciudadanos de este país, empeñados en que se procese al anterior mandatario por abuso de poder y enriquecimiento ilícito.

De manera sibilina, pero evidente el semanario caraqueño Resumen enarbola la bandera de esta campaña, que podría desembocar en el mayor escándalo de la historia de Venezuela. La revista, que criticó ferozmente a Carlos Andrés Pérez y a su Gobierno, sobre todo en los dos últimos años, y que se distingue, semana tras semana, por la denuncia de sonados casos de corrupción en la Administración pública, rompió abiertamente con el anterior jefe del Estado horas antes de las elecciones generales del 3 de diciembre, al publicar un largo editorial en el que, entre otras cosas, se decía: «En el ejercicio de su cargo de presidente de la República, para el cual juró defender, respetar y hacer respetar la Constitución, Carlos Andrés Pérez ha abusado del poder con el cual fue investido, se ha extralimitado en sus atribuciones, ha enriquecido, otorgando privilegios y tratos discriminatorios, a un grupo de personas cercanas a él y se ha enriquecido personalmente.»Este editorial de Resumen no llegó a ver la luz pública en aquella ocasión, porque las autoridades secuestraron la edición de la revista y Pérez se querelló contra el director, Jorge Olavarría, por vilipendio.

A quienes patrocinan la campaña destinada a llevar a Pérez a los tribunales les ha venido al pelo la publicación en la revista italiana L'Expresso de un largo y un tanto truculento reportaje sobre la corrupción en Venezuela, en el que tampoco sale muy bien librado el anterior presidente venezolano.

El periodista afirma que Pérez ha recibido regalos de Renato Campetti, propietario de una extensa urbanización en la isla de Margaríta, y de que, igualmente, ha recibido una comisión de sesenta millones de dólares por la compra a Italia de seis fragatas con destino a la Armada de Venezuela. Cita como receptora y adminístradora de estos jugosos obsequios a una ex secretaria del anterior presidente, Cecilia Matos.

El hecho de que Renato Campetti aparezca ligado al asesinato del abogado Ramón Carmona, quien fue muerto por agentes de la policía judicial venezolana, sirve también a Invernizzi para involucrar indirectamente al ex presidente en este sonado caso. Según parece, «Carmona poseía documentos comprometedores sobre un supuesto chantaje realizado por Manuel Molina, director de la Policía Judicial y sobre Campetti.» Molina, para evitar ser descubierto (y todos estos son supuestos, ya que el caso está aún sub iudice y Molina detenido), ordenó matar al abogado Carmona, trabajo que realizaron agentes de la policía.

Pero el ex director de la Policía Judicial acusa directámente de la autoría intelectual del crimen de Carmona al propio ex presidente Pérez. Molina dice: «El homicidio de Carmona fue organizado por la DISIP, la policía política del régimen, y realízado materíalmente por criminales comunes. Ha sido decidido en el palacio, porque Carmona sabía demasiado. Carmona había puesto sus manos en otro escándalo de mayores dimensiones: lo de las fragatas. Un negocio de más de seiscientos millones de dólares. »