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ELECCIONES MUNICIPALES / MADRID

Tamames alude al entendimiento PCE-PSOE después del 3 de abril

La jornada electoral de Ramón Tamames, candidato del PCE a la alcaldía de Madrid, se inició ayer a las nueve y media de la mañana. Ramón Tamames, durante las seis intervenciones que realizó por la mañana, insistió en la necesidad de impedir el acceso de UCD a la alcaldía, no atacó en ningún momento a los partidos de izquierda y afirmó en tres ocasiones que el acuerdo entre PCE y PSOE, tras el 3 de abril, pudiera producirse.El candidato comunista, que bate todos los récords de actividad (entre doce y trece horas diaria consumidas en actos), se levanta a las siete de la mañana, hace una hora de ejercicio físico, seguida de un baño, viaja en un Seat 127 blanco, siempre con el cinturón de seguridad puesto («las calles de esta ciudad son tan peligrosas como una autopista»), viste el eterno traje de cartel) «no siempre es el mismo, claro») y se acompaña de una cantimplora con agua, un impermeable, en previsión de lluvias y granizadas, y un tubo de pastillas para la garganta.

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Polis, política y ciudad

«Está claro que el Ayuntamiento debe ser un organismo político. Los señores que ahora dicen que no debe serlo pecan de incultos; política viene de polis, que en griego quiere decir ciudad. Ese Ayuntamiento debe ser un órgano de participación popular.» «Se trabaja para vivir, aunque algunos quieren hacernos creer que se vive para trabajar.» «Un Ayuntamiento nuevo contra la corrupción y la ineficacia.» Estos temas son repetidos ante gente distinta varias veces al día. Tras cuatro mítines en Standar, de Villaverde, uno por turno, Ramón Tamames fue a los viveros municipales de Puerta de Hierro; después, al mercado de Santa María de la Cabeza. Al llegar hay una furgoneta de UCD y la megafonía del PCE decía; «Nosotros no regalamos baratijas, como Colón cuando llegó a las Indias...» Tamames sonríe y dice: «Eso lo han cogido de un mitin que di hace poco.» Coge el megáfono, inicia el mitin en un tono suave, para encresparse, poco a poco, y acusar a UCD de promover centros comerciales con capital extranjero, que perjudican al ama de casa y al pequeño comerciante. Saluda a los aplausos con el megáfono en alto y un puño cerrado. Reflexiona sobre lo que acaba de decir cuando termina cada discurso,y se siente satisfecho, aunque ha repetido en lo que va de campaña cientos de veces los mismos conceptos. «Aparte de que es muy costoso convocar mítines. Es poco práctico, porque haces a la gente acudir a un sitio y hay un hastío general. Hay que ir a donde está la gente.» Así lleva desde el día 12.«La acción judicial de Alvarez contra Tierno es improcedente, le perjudica a él tanto como a Tierno».Tamames en todos los mítines de la mañana, se dirigió a los «ácratas, progres y pasotas. Si no votáis, estáis dejando que se pierdan unos votos que pueden derrotar a la derecha». En cada barrio habla del problema local. «En este barrio hay un ambulatorio para 450.000 personas.» A las mujeres les habló de liberación; a los jóvenes, de empleo, y a los «abuelos», del lugar en el que no se sientan constantemente agredidos por la ciudad.

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