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La especulación urbanística ha sumido a Almería en el caos

Almeria es la ciudad española donde, proporcionalmente, se han producido más desastres urbanísticos, en relación, con su medio ambiente y singularidad de habitat, según se declaró hace unos años en un congreso internacional europeo de urbanismo. El propio director general de Arquitectura reconoció asimismo, durante una visita oficial realizada a finales de 1977, que Almería constituye «uno de los mayores casos de destrucción y especulación urbanística de nuestro país».

Dos factores principales han venido a coincidir a lo largo de las últimas décadas en el municipio almeriense, cuya población actual supera los 130.000 habitantes, para que tan triste realidad pudiera consumarse, manifestaron ayer a EL PAIS algunos de los candidatos socialistas y comunistas. La falta de concienciación ciudadana al respecto durante los años de la dictadura, por un lado, y por el otro, la sucesión de distintas corporaciones franquistas en el Ayuntamiento almeriense, cuya actuación «ha ignorado sistemáticamente los intereses populares y sólo ha servido los de las grandes empresas constructoras y de los especuladores del suelo, a quienes, en definitiva, representaban y defendían».A pesar de los muchos temas polémicos y controvertidos que se acumulan sobre el ahora disputado Ayuntamiento almeriense, la presente campaña electoral está pasando hasta el momento prácticamente inadvertida para los ciudadanos. La presentación a la prensa de las diferentes candidaturas y programas de actuación municipal no han comenzado hasta esta semana y ni siquiera el reto lanzado por el candidato a alcalde del PCE, el profesor José Guerrero, invitando a los candidatos de los dos partidos mayoritarios, UCD y PSOE, a mantener un coloquio público sobre la política a seguir por el futuro Ayuntamiento democrático ha conseguido despertar el interés de los ciudadanos por la campaña.

Para el primer candidato de UCD, Fausto Romero-Miura, abogado y ex presidente del Ateneo de Almería, la única preocupación que parece existir en estos momentos es, sin embargo, la de lograr el próximo 3 de abril un número suficiente de concejales para asegurarse la alcaldía, contando, naturalmente, con el apoyo de los que consiga CD.

La candidatura del partido gubernamental está pensada, por otro lado, para copar los dos cargos más importantes que se ponen en juego en estas elecciones: la alcaldía de la capital y la presidencia de la Diputación Provincial, organismo sobre el que desde hace años se vienen sucediendo repetidas denuncias por presuntas corruptelas e irregularidades administrativas, y para cuyo mando UCD cuenta con el segundo de su lista, José Fernández Revuelta, que ya fue diputado provincial a las órdenes de Oña Iribarne, actual fiscal del Supremo.

Para el comunista José Guerrero, todos los problemas que actualmente tiene planteados la capital almeriense se justifican en el hecho de que el alcalde de Almería « ha sido siempre un fantoche puesto a dedo por el gobernador civil», así como porque el Ayuntamiento se ha convertido en una empresa privada, que, en lugar de administrar los bienes y servicios municipales, se ha dedicado a conceder a terceros la explotación de los mismos, quedando sin recursos propios.

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