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ELECCIONES MUNICIPALES

La izquierda se propone reorganizar los ayuntamientos y consolidar su implantación

La posibilidad de ejercer poder político y de trabajar por una reorganización de la Administración municipal constituyen los principales objetivos de la izquierda, de cara a las próximas elecciones locales. La incorporación de socialistas y comunistas a los ayuntamientos constituye una novedad política, y si bien los recursos económicos y el desfase legislativo pueden condicionar su actuación futura, existe la gran incógnita de saber qué podrán hacer los pequeños gobiernos de concentración que probablemente se formarán en cierto número de municipios. Informa Joaquín Prieto.

Desde el punto de vista de los programas y documentos generales del PSOE y PCE (UCD carece de ellos, aunque dispone de programas locales), el diagnóstico es especialmente claro en cuanto a la situación económica de la Administración local, caracterizada por un cierto endeudamiento y un elevado nivel de centralismo del sector público, español.« Las corporaciones municipales más importantes se caracterizan, en la actualidad, por atravesar la crisis financiera más profunda de su historia», dice, por ejemplo, el programa general del PSOE. Uno de sus expertos, Baltasar Aymerich, evalúa en un 65 % el volumen de recursos que los ayuntamientos tienen comprometido sólo en gastos corrientes y de personal. En cuanto a la política crediticia del Ministerio del Interior, destinada a enjugar déficits presupuestarios, tanto el coordinador de la campaña municipal del PSOE, Luis Fajardo, como uno de los expertos del PCE, Manuel Castells, han puesto de manifiesto que representa una hipoteca para la actividad de las futuras corporaciones, y que la vía más favorable habría sido la de subvenciones a fondo perdido.

Ante esta situación, el punto de vista de los principales partidos de la izquierda se dirige a utilizar mejor los mismos recursos de que se dispone en la actualidad, esto es, realizar economías sobre la base de una mejora de la gestión municipal, así como aumentar la recaudación de ciertos impuestos e instrumentar mecanismos que eviten una distribución sesgada de los recursos del Estado y las diputaciones entre municipios controlados por el partido del Gobierno. Ideas similares -aumento de la presión impositiva directa, aprovechamiento de la transformación de ciertos impuestos en tributos locales, mejor gestión de los recursos disponibles- se contienen igualmente en los documentos del PCE.

Vivienda y sanidad

La política de vivienda y urbanismo ocupa un lugar destacado en los programas de los citados partidos. tanto para resaltar su importancia como para indicar las dificultades que supone la actual dependencia de otros organismos del Estado y de fuentes crediticias que escapan a su control. Como medida más concreta puede citarse la promesa de promocionar viviendas de alquiler, con garantías de estabilidad para los inquilinos, a fin de evitar los titánicos esfuerzos actuales en la compra de viviendas propias a precios astronómicos.

Ambos partidos se refieren también a la necesidad de municipalizar suelo urbano y conseguir una mejora urbanística gradual, que no asuste en exceso a los intereses privados tradicionalmente especulativos. A corto plazo, se propone una revisión más frecuente de los valores catastrales de los bienes urbanos y de los índices municipales de valoración del suelo, junto a la aplicación de los tipos más elevados posibles a los impuestos sobre solares y al incremento del valor de los terrenos.

Con la sanidad ocurre algo parecido: es tema fundamental para PSOE y PCE, pero se ve condicionado por factores ajenos a la capacidad de decisión municipal. A corto plazo se establece una prioridad en favor de planes de abastecimiento de agua potable y depuración en gran escala, control de calefacciones e industrias contaminantes, control de calidad de los alimentos y creación de zonas verdes y arboladas, como factores coadyuvantes a una mejor salud de la población. Otro tipo de medidas -creación de centros sanitarios- requiere mayores ayudas.

Si la izquierda ganara las elecciones, parte de las ciudades serían cerradas al tráfico privado y se potenciaría el transporte colectivo, a juzgar por sus promesas. El programa general del PSOE contiene un detalladísimo plan al respecto, consistente en la consecución de los siguientes niveles:

- Para ciudades de más de 100.000 habitantes: una línea de transporte colectivo para cada 40.000-50.000 habitantes; una parada de autobús o Metro cada cuatrocientos-quinientos metros, un kilómetro de bandas «sólo bus» cada cuatro o cinco kilómetros de red; zonas peatonales que cubran, como mínimo, el 10% de la superficie de la ciudad, y potenciación de ciclomotores y bicicletas como medio de transporte.

- Para ciudades de menos de 100.000 habitantes: una red de transporte público a toda la comarca, una línea de transporte local para cada 20.000-25.000 habitantes, una parada de autobús o Metro cada cuatrocientos-quinientos metros, y una isla de peatones que cubra, como mínimo, el 20 % de la superficie de la ciudad, además del ya citado transporte por ciclomotores y bicicletas. Para locaáades de menos de 25.000 habitantes se suprime la obligación de las islas de peatones y se reduce a una línea de transporte interno el objetivo correspondiente.

Los documentos del PCE, menos detallados que los del PSOE en cuanto a la cuantificación de objetivos, mencionan igualmente varios de,estos aspectos e incluyen la gestión coordinada de los transportes urbanos por empresas públicas,, entre otras concreciones.

En lo que se refiere a servicios sociales, la cuantificación es tajante en el programa del PSOE: una residencia de tercera edad cada 15.000-20.000 habitantes, guarderías y casas-cuna cada 5.000-6.000 habitantes, un centro de servicios en cada barrio o entidad de población, una casa de cultura en cada barrio, o localidad y «casas de cultura circulantes» para los municipios más pequeños. El PCE, que cuantifica menos, concreta más cuáles serían algunos de esos servicios: por ejemplo, lavanderías municipales y comedores de barrios, que pueden descargar a la mujer de tareas domésticas.

Participación ciudadana

Junto a la parte programática propiamente dicha, los documentos del PSOE y PCE dedican atención a la concepción de la tarea municipal y al cómo gobernar los ayuntamientos. En este tema se advierten algunos matices diferenciadores de ambos partidos: los socialistas se proponen ejercer el poder municipal en «íntimo y constante» contacto con el pueblo, pero en el claro entendimiento de que «un ayuntamiento elegido democráticamente es representativo de los ciudadanos y tiene legitimidad suficiente para ejercitar sus competencias». Los comunistas se proponen utilizar las juntas de distrito y los consejos consultivos representativos de los vecinos (asociaciones, sindicatos, partidos), junto con la expresa propuesta de que las fuerzas democráticas deben aliarse para disminuir el presidencialismo de los alcaldes.

Los documentos del PCE se refieren también, ampliamente, a la articulación entre el movimiento sindical y el movimiento ciudadano. Después de afirmar que es preciso autocrificarse por no haber prestado la debida atención, durante la última etapa, a la relación entre Comisiones Obreras y otros movimientos de masas, el PCE afirma que es preciso «convencer a los trabajadores que las mismas razones que tuvimos para votar en las elecciones sindicales a unos hombres y mujeres determinados, porque eran los que mejor habían defendido y defienden nuestras reivindicaciones concretas en la empresa, ahora tenemos que votar a esos hombres y mujeres que aparecen en las listas del Partido Comunista».

Esta breve síntesis de las alternativas municipales del PSOE y PCE -limitada a los programas y documentos generales que ya se conocen- puede cerrarse con la consideración de que sus concejales y alcaldes sólo podrán dedicarse, durante este año, a la reorganización de la actividad municipal y a tratar de adaptarse al marco de actuación en una estructura estatal y financiera dominada por otras fuerzas. «La posibilidad de ejercer poder político directo es muy importante para la izquierda, sin que esto suponga una renuncia a otros objetivos», ha afirmado Luis Fajardo, coordinador municipal del PSOE.

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