Abierta una investigación sobre el tráfico de armas de Barreiros

La Fiscalía General del Estado ha iniciado actuaciones a instancia de las autoridades económicas competentes, contra Barreiros Hermanos Internacional, SA, por supuestas irregularidades en el comercio de armas que la empresa española realiza en el mercado internacional, según ha podido saber EL PAIS de fuentes solventes.

La investigación solicitada obedece, al parecer, a la aparición de unos certificados de contratos que, a juicio de los Servicios de Aduanas que los detectaron hace varias semanas, podrían ser falsos. Los contratos referidos hacían mención a diversas compras de armas de fabricación belga con destino al Ejército español, en las que actuaba de intermediario la empresa española Barreiros Hermanos Internacional, SA.Un portavoz autorizado de la citada empresa mostró ayer su sorpresa por la apertura de dicha investigación y tras, incluso, negar el conocimiento de la misma por parte de Barreiros Internacional, afirmó que se trataba de «una información deformada» y desmintió rotundamente el hecho de que se hubiese falsificado documentos en el «tráfico legal» que realiza Barreiros, «con conocimiento y autorización previa del Gobierno español».

El portavoz señaló que «en el curso de los últimos meses se ha producido una campaña contra Barreiros que responde más a razones de índole internacional que al negocio legal con países soberanos que practica la empresa». El portavoz sugirió que, en el centro de esta campaña, se encontraban «tres países y sus servicios de inteligencia» y añadió que su objetivo es terminar con la industria española de producción y exportación de armamento, «cuyo crecimiento en los últimos años ha sido espectacular» y dañino para los intereses extranjeros envueltos.

Según las fuentes de este periódico, la investigación sobre la empresa Barreiros, pedida a la Fiscalía General del Estado por el Ministerio de Hacienda, se centra en los certificados presuntamente falsos para el suministro de armas al Ejército español. Con estos documentos, según la. información recogida por los funcionarios de Hacienda, se pretendía facilitar la entrega de armas a terceros países, la mayoría situados en Latinoamérica,

Para las fuentes de este periódico, la confirmación de falsedad de estos documentos por los tribunales comportaría la comisión de algún delito específicamente tipificado en el Código. Al parecer, la Fiscalía General del Estado ha iniciado actuaciones para verificar los extremos de este asunto y, según las mismas fuentes, el Consejo de Ministros ha recibido información sobre el tema en reuniones previas a las de ayer (ver página 11).

En el centro de la investigación podría encontrarse el caso del buque Allul, que fue retenido en un puerto británico el pasado septiembre con un cargamento de armas belgas con destino, según el Gobierno de Bruselas, a las Fuerzas Armadas españolas. Este extremo, sin embargo, fue desmentido por la empresa española Barreiros Hermanos Internacional, SA, en una declaración a la prensa el 29 de septiembre, en el que afirmó que el destino de las armas era un país soberano -pero no España-, que no quiso citar.

En medios internacionales relacionados con el comercio de armas no se descarta que, tanto las armas del barco Allul como las de otros buques cuyos nombres y cargamentos han saltado a las páginas de los periódicos en los últimosmeses, tengan por destino países como Rodesia y Suráfrica, sobre los que pesa una resolución mandatoria de las Naciones Unidas para que los países miembros de la organización mundial se abstengan de suministrarles armamento.

Ayer, el portavoz de Barreiros Internacional consultado por EL PAIS se negó a identificar los países soberanos con los que la compañía comercia y se limitó a ratificar informaciones dadas previamente por la empresa, en el sentido de que eran «soberanos». Es decir, especificó, «el comercio es legal en todo momento y se realiza con conocimiento de los Gobiernos a los que van destinados las armas y con la aprobación del Gobierno español». El portavoz añadió que Barreiros Internacional tampoco ha comercializado cargamentos de armas con destino a frentes de liberación o movimientos independentistas.