Cultura y calidad de vida

Primer candidato de UCD al AyuntamientoLa creación de la ciudad fue decisiva para el progreso humano, pero su crecimiento desmesurado originó problemas cuya superación es necesaria para alcanzar la calidad de vida que exigen los pueblos de países desarrollados, y en la que la cultura, en su más amplio sentido, es elemento esencial.

Por ello, conseguir una buena «calidad de vida» en Madrid supone un urbanismo en el que la ecología tenga su sitio y conlleva:

- Mejores servicios y equipamientos de todo tipo: escuelas, guarderías, centros culturales, zonas deportivas, centros para personas mayores, bibliotecas, parques, centros sanitarios, distribuidos en todos los barrios para que las personas encuentren cerca de sí cuanto necesitan.

- Mejor relación con la Naturaleza, manteniendo nuestra atmósfera y nuestras aguas, eliminando limpiamente los residuos de la gran ciudad y aumentando la proporción de zonas verdes con fines ecológicos y recreativos.

- Defensa de la personalidad de Madrid en sus edificios, sus barrios, sus costumbres y fiestas e instituciones populares como el Rastro, o la música, o literatura castizas, armonizándola con las nuevas creaciones culturales.

- Circulación basada más en el transporte público, limpio, seguro y eficiente, que permita la creación de zonas abundantes reservadas a peatones, o de circulación restringida, lo que repercutirá en una rápida disminución de la contaminación atmosférica y de ruidos.

- Política urbanística y de viviendas que elimine las densidades y volúmenes excesivos y la especulación del suelo y permita que toda familia pueda tener una vivienda digna.

Esto puede parecer, reducido al tamaño prefijado de un artículo, que excede de lo que es la calidad de vida. Pero no es así. Esto es el` mínimo que los madrileños piden y merecen.

Es una política empezada ya en los meses que estuve al frente del Ayuntamiento de Madrid y que ha comenzado a dar frutos visibles: 150 nuevas hectáreas de parques en un año, escuelas, más de 150 pistas deportivas, el anillo verde, la revitalización de las fiestas, la defensa del casco histórico, son pruebas de nuestra preocupación por esa calidad de vida. Y podemos lograr el resultado apetecido con un solo requisito: una efectiva colaboración de todos y un buen nivel de educación ciudadana, y no olvidando nunca que la convivencia impone respeto a los demás y autolimitaciones, y que la ciudad y el municipio están al servicio de los hombres y no éstos al servicio de ningún aparato burocrático de carácter estatal o municipal.