PCE y elecciones municipales
En EL PAIS, en la página Opinión, y en un artículo editorial titulado «Y ahora las municipales», se alude a esta campaña abierta ayer en términos un tanto lamentativos y con alguna inexactitud importante. Me refiero al párrafo que dice textualmente: «Es presumible que el cansancio ciudadano y el drenaje de fondos, de energía de los partidos y de sus militantes va a transformar esa renovación democrática de la Administración local -que esperaba turno, nada menos que desde 1933- en una pugna desganada y mucho menos viva de lo que el acontecimiento merecía. La colaboración prestada al Gobierno por el PCE, y la actitud del PSOE al apostar por las elecciones a Cortes, permitieron a UCD fijar la secuencia de los comicios de manera que favorecieran sus intereses.» Fin de la cita.Realmente, aparte de otros comentarios que podrían hacerse sobre este párrafo, lo que quiero destacar es que el Partido Comunista de España ha sido quizá el grupo político que más ha insistido en la necesidad de las elecciones municipales, prácticamente desde el día siguiente a las generales de 1977. Y no con simples palabras, sino con hechos que ahora pueden recordarse para ilustrar a la opinión. Me refiero a la proposición de ley que el Grupo Parlamentario Comunista presentó en septiembre de 1977 al. Congreso de los Diputados, urgiendo las elecciones municipales, y planteando que deberían hacerse en un marco de plena democracia y no por las acostumbradas maniobras de normas electorales de UCD en connivencia con AP.
Nuestra proposición de ley no fue tomada en consideración en el Congreso, precisamente por esa forja de intereses regresivos que funcionó de manera automática entre ucederos y alianzistas en la pasada legislatura. Pero lo cierto es que nuestra proposición sirvió de telón de fondo para la discusión del ulterior proyecto del Gobierno, del que junto con otras fuerzas conseguimos cambiar bastantes cosas para acercarlo a nuestra proposición, y hacer efectivas tres posibilidades que no estaban inicialmente en el ideario municipalista de UCD: el voto a los dieciocho años, la elección de los alcaldes por los concejales, la supresión del vergonzante «impuesto electoral» de 5.000 pesetas. por candidato que pretendían los señores de UCD, y la elevación del número de concejales en los Ayuntamientos; si bien en este último aspecto quedamos muy lejos de nuestras aspiraciones.
Y desde aquel ya lejano otoño de 1977 apenas hemos dejado de pasar un sólo día sin pedir las elecciones municipales. Sin olvidar que el PCE fue el primer partido en presentar al primer candidato de su lista para Madrid, en abril de 1978, lo cual fue objeto de no pocas críticas tanto de izquierda como de derecha, de partidos que no tenían ningún interés efectivo en inmediatas elecciones municipales. Por no aludir a las estratagemas de UCD con don José Luis Alvarez Alvarez; al ser nombrado alcalde a dedo, el único partido que criticó y pidió su dimisión con toda claridad fue el PCE.
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