Otra secretaria de la DC alemana se fuga al Este
Por tercera vez en una semana, la policía política de la República. Federal de Alemania (oficina para la protección de la Constitución) ha tenido que intervenir contra secretarias de la Democracia Cristiana de Bonn, presuntas espías de la República Democrática Alemana. Ayer se dio a conocer la desaparición de Kristel Roseid, secretaria del vicepresidente de la conservadora Unión Cristiano-Demócrata (CDU), Kurt Biedenkopf, hasta hace poco secretario general de esa formación política.Kristel, de 31 años, se marchó sin avisar el pasado fin de semana en compañía de otro agente, Konrad Kiping, y en su apartamento la policía encontró como pruebas de su actividad unas fotocopiadoras y diverso material empleado en el ejercicio de su segundo empleo. La agente oriental entró a trabajar con Biedenkopf en 1971 y, ya en 1977, fue sometida a interrogatorio por sospechas que no pudieron probarse.
Mejor las casadas y satisfechas
El hecho de que las espías orientales tienen buena fama como secretarias lo indica la larga permanencia en el puesto y lo cuidado de su trabajo al servicio de los hombres del CDU. Werner Marx, experto de este partido para cuestiones exteriores, lo decía a comienzos de esta semana, refiriéndose a su ya ex secretaria-espía, Inge Goliath, que, como la Kristel de Biedenkopf, se encuentra ya en la República Democrática Alemana con el derecho de asilo otorgado. Marx reconoció que la señora Goliath, que trabajó a su servicio diez años, «era rápida y limpia como taquimeca», por no hablar de otras áreas de actividad. También era rápida y constante otra secretaria del CDU, Ursula Hoebs, que el miércoles, con la policía federal en los talones, optó también por el «derecho de asilo» más allá del río Elba. La lista de secretarias con doble empleo, a cuenta de los dos Estados alemanes, podría ampliarse con las también secretarias, una de Hamburgo, empleada en una agencia de viajes, y otra de Bruselas, al servicio de la OTAN; todas ellas, se sospecha, muy bien informadas.
Al preguntarle ayer por la tarde los periodistas al encargado de relaciones parlamentarias del CDU, Wilhelm Rawe, qué ocurre con las secretarias de los prohombres del partido, Rawe dijo que ninguna de las tres fugadas esta semana eran funcionarias de la facción de su partido en el Parlamento, porque de haber sido así hubieran tenido que someterse «voluntariamente» a una prueba de fidelidad a la Constitución. Según el mismo funcionario, «crece la inseguridad entre las afectadas». Tanto es así que, irónicamente, las secretarias que frecuentan los pasillos del Parlamento se dicen unas a otras al encontrarse: «¿Pero cómo, tú todavía por aquí? Te hacía ya por Unter den Linden (Berlín oriental).» La semana pasada se difundió una recomendación del Ministerio del Interior de que se seleccionen secretarias casadas, y si puede ser felices, para evitar «tentaciones».
Las secretarias espías siguen, con todo, aprovechándose de la gentileza de sus jefes, y así Inge Goliath y su marido Wolfgang, también con doble empleo, lograron despedirse de Occidente con unas vacaciones de varias semanas en la isla de Fuerteventura, antes de tomar sus dos coches, un Mercedes 200-D y un Ford 12-M, y dirigirse a Berlín oriental a solicitar el asilo político. Esta es la respuesta de las nuevas mataharis alemanas a la oferta de perdón de hace unos días, formulada por el fiscal general de la República a todos aquellos agentes extranjeros que se entreguen voluntariamente.
Los diputados de los partidos se, sienten inseguros frente a sus propios colaboradores inmediatos, según Rawe. Hasta hace poco, los mismos parlamentarios se quejaban de lo agobiante que resultaba tener que ir incluso a los servicios acompañados de un policía, para evitar atentados terroristas. Ahora ya, ni eso, porque el despacho no puede quedar a merced de cualquier bella agente camuflada durante años de fiel secretaria.
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