Serias alegaciones de tortura contra católicos en el Ulster

El líder del principal partido católico de Irlanda del Norte, Berry Fitt, ha pedido la dimisión inmediata del ministro para el Ulster y del jefe de policía de la provincia británica, tras las serias alegaciones de tortura contra sospechosos católicos de actividades terroristas vertidas el domingo en un programa de televisión por un cirujano de la propia policía de Belfast.Gobierno y policía han calificado de parcial el contenido del programa -de una hora de duración, y cuyo tema eran los derechos humanos en Irlanda del Norte-, pero lo retórico de la nota oficial y el hecho de que el ministro para el Ulster, Roy Mason, guarde todavía silencio sugieren que Londres no está en disposición de emitir un mentís contundente

Según el doctor Irwin, más de 150 detenidos vistos por él en los últimos tres años habían sido «maltratados físicamente»: manos aplastadas, dedos retorcidos, o roturas de tímpano y bazo son algunas de las heridas que, en opinión del médico, no pueden haber sido. autoprovocadas, como pretenden algunos de los oficiales encargados de los interrogatorios en Castlereagh, un centro próximo a Belfast, adonde son llevados los sospechosos de actividades en conexión con el Ejército Republicano Irlandés (IRA).

El Partido Social Democrático y Laborista del Ulster (SDLP), representante de la minoría católica, intenta un debate pleno en los Comunes, de dos días de duración, sobre la situación de los derechos humanos en Irlanda del Norte. Su líder, Gerry Fitt, ha sido extraordinariamente duro al comentar el papel del ministro Roy Mason y del jefe de policía, Sir Kenneth Newman: «Si no sabían lo que estaba pasando es que son unos incompetentes; si lo sabían, unos mentirosos. En cualquier caso, no hay lugar para ellos en Irlanda del Norte.» El señor Fitt declaró ayer que es preciso que el pueblo británico sepa lo que se está haciendo en su nombre en el Ulster.