lan Smith se presentará a las elecciones rodesianas

El primer ministro, Ian Smith, se presentará a las elecciones que han de celebrarse en Rodesia el próximo 20 de abril. La decisión de Smith, mantenida en secreto hasta el último momento, pone fin a las persistentes especulaciones sobre su retirada de la política activa, especulaciones alimentadas por el propio primer ministro durante el último año.Smith explicó ayer en Salisbury que en las presentes circunstancias su retirada redundaría en una pérdida de la capacidad negociadora del Gobierno de transición -que integran con él los dirigentes nacionalistas moderados Abel Muzorewa, Ndabaninghi Sithole y Jeremiah Chirau- y dificultaría la culminación del proceso político perfilado en el llamado «acuerdo interno».

El señor Smith, que dirige los destinos de Rodesia desde 1965, volvió a insistir en que Estados Unidos y Gran Bretaña deben aceptar sus responsabilidades en los acontecimientos rodesianos, enviando observadores a las elecciones de abril y reconociendo al Gobierno que salga de ellas.

El marco en que ha de celebrarse esta consulta, destinada a otorgar a la mayoría negra 72 de los 100 -escaños del nuevo Parlamento, es el de un país virtualmente bajo la ley marcial, infiltrado profundamente por los guerrilleros del Frente Patriótico y sometido en algunas zonas a los «ejércitos privados» del obispo Muzorewa o del reverendo Sithole.

lan Smith ha sido intensamente presionado por la minoría blanca para que comparezca en la arena electoral.

El partido del primer ministro, el Frente Rodesiano, espera copar la práctica totalidad de los escaños reservados a la minoría blanca, lo que significa que el propio Smith se alzará con un puesto en el futuro Gabinete desde el que poder controlar el proceso de transición.

Este proceso, cuidadosamente perfilado por Smith y cuya duración mínima será de cinco años, prevé el traspaso nominal del Gobierno a la mayoría negra, pero no del poder. La minoría blanca retendrá durante estos años el control de las piezas fundamentales de la máquina rodesiana.

El Gobierno británico se muestra cauteloso ante la consulta electoral. El ministro de Asuntos Exteriores está sometido a la presión de la oposición conservadora para que envíe observadores a Salisbury. Hasta ahora, sin embargo, el Foreign Office no ha mostrado ningún entusiasmo por «bendecir» con su presencia unas elecciones que, si se celebran, el Frente Patriótico ha anunciado repetidamente que está decidido a impedirlas, tendrá por escenario una Rodesia en estado de sitio y en donde la libertad de opción -coaccionada por todos lados- no pasará de ser un enunciado teórico.