Combates esporádicos entre chinos y vietnamitas
Tropas chinas y vietnamitas mantienen combates esporádicos en algunas zonas fronterizas, con especial intensidad en los alrededores de la capital provincial de Lang Son, que ayer fue ocupada por los vietnamitas.Por otra parte, Radio Hanoi acusó ayer a los chinos de perpetrar «actos de barbarie de guerra, bombardeando pueblos y comunidades», frente a la resistencia de las fuerzas vietnamitas. Expertos occidentales destacados en Bangkok, estiman que tales declaraciones se deben a la propaganda de Hanoi, que trataría con ello de afirmar tras la retirada china que sus fuerzas obligaron a replegarse al invasor.
Las autoridades de Vietnam insistieron ayer en que, a pesar de los anuncios oficiales de Pekín, sus tropas permanecen en territorio invadido y continúan, enfrentándose a las fuerzas de Hanoi. Según estas mismas fuentes, los chinos han perdido 10.000 hombres desde el anuncio de la retirada, hace dos días.
El repliegue de las fuerzas chinas hacia su territorio ha sido comprobado por el enviado especial de France Presse a Lang Son, que afirmó, además, haber escuchado detonaciones de cañones en las afueras de la ciudad.
El miércoles falleció el periodista japonés Isao Takano, enviado del periódico del PC nipón Akahata, al frente de guerra. El redactor jefe de la publicación informó ayer que Takano murió en Lang Son a consecuencia de los disparos de un soldado chino.
Ayer fue, además, un día de balance del desarrollo de la guerra por ambas partes. Hanoi ratificó que sus soldados dieron muerte a 45.000 chinos en el transcurso de diecisiete días de lucha, y Pekín afirmó que en su «operación de castigo» murieron 10.000 vietnamitas.
Asimismo, China aseguró, por fuentes militares, que el reforzamiento de algunas de sus posiciones en el frente obedece a la necesaria protección de las tropas que iniciaron la retirada.
Las mismas fuentes añadieron que el grueso de las fuerzas que participaron en la invasión, 500.000 según los vietnamitas, estaban ya concentradas en suelo chino en las provincias de Yunnan y Guangxi, lo que corroboran medios diplomáticos occidentales de la capital china.
En otro orden de cosas, círculos norteamericanos informaron ayer que China está interesada en comprar un importante equipo tecnológico aéreo de guerra y aviones militares de transporte y operaciones.
Concretamente, las autoridades de Pekín desearían comprar aparatos Hércules C-130 Lockheed (el que transportó a los israelíes a Entebbe en Uganda) y el P-333-C Lockheed, caza-submarinos. Equipos sofisticados de la McDonell Douglas y aviones Phantom F-15 y F-14.
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