Los partidos pequeños
Soy un asiduo lector del diario que usted dirige, y no porque esté de acuerdo con la línea ideológica que el periódico mantiene, claramente, desde mi punto de vista, de defensa del sistema «capitalista inteligente» (por emplear una denominación de Santiago Carrillo), sino porque considero que en Madrid es el periódico técnicamente más preparado y que, a pesar de la discriminación de cierto tipo de noticias, más informa.Precisamente, en defensa de esa información discriminada, que en este caso afecta al 7% de los españolitos que en las elecciones del 1 de marzo hemos votado por candidaturas o partidos minoritarios, me dirijo a usted para que nos haga el «favor democrático» de informar en las páginas de su periódico de los resultados electorales conseguidos por los partidos, que en la primera página de su periódico del día 3 figuran en la última línea de los resultados electorales, con el globalizador y nada clarificador término de «otros, 10,6%», y que en las páginas interiores referentes a los resultados de provincias el 7% de los votos de esos partidos no figuran por ninguna parte. Solamente en la página 18 se mencionan a algunos de estos partidos, al referirse a los votos desplazados hacia partidos extraparlamentarios en el País Valenciano, donde se dice: «... también hacia partidos extraparlamentarios, como MCPV-OEC, ORT, PCT, que ex perimentan un ligero aumento», sin que nos den ningún dato que nos aclare de qué aumento se trata e, incluso, como se dice al principio, de los votos que han conseguido, lo cual evidencia que no son limitaciones técnicas las que les impide publicar los datos, sino una selección política de los mismos, lo mismo que el democrático señor Sancho Rof nos impidió conocer en la información que realizó por TVE
Esta forma de dar medias noticias de ciertos partidos minoritarios de izquierdas con planteamientos consecuentes o su total ocultación, es un claro boicot no casual, ya que se produce sistemáticamente, que justifica mi apreciación de que ese periódico responde a los intereses de ese «capitalismo inteligente», que mantiene en el gheto del silencio a los partídos que pueden dar alternativas contrarias a los intereses de gran capital monopolista.
