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El nacionalismo andaluz adquiere una espectacular carta de naturaleza

A falta de la adjudicación definitiva de dos escaños, uno en Cádiz y otro en Córdoba, todos los partidos políticos, medios de comunicación y observadores coinciden unánimemente en destacar el espectacular avance del Partido Socialista de Andalucía-Partido Andaluz como la característica más notable de los resultados electorales en esta región. Los sondeos y encuestas previas han acertado esta vez, pero se han quedado cortos en el pronóstico de luna victoria relativa de la opción nacionalista que encarna el PSA.

La obtención de cinco escaños en el Congreso de los Diputados (dos en Cádiz, dos en Sevilla y uno en Málaga) y bastante más de 300.000 votos, doblando y hasta triplicando en algunas provincias los conseguidos en 1977 en coalición con el PSP, son los datos concretos que avalan el apoyo ciudadano al partido fundado por Alejandro Rojas Marcos. También el PCE ha aumentado su presencia parlamentaria en Andalucía, con nuevos diputados en Jaén y en Granada.Socialistas y centristas han perdido los puestos alcanzados por PCE y PSA, cuyos dirigentes consideran que ha sido el PSOE el principal pagano de su avance, si bien se estima que el crecimiento que esperaba el PCE, y que se ha producido de hecho en los pueblos, ha sido frenado en las ciudades por el voto andalucista. A destacar, asimismo, el desastre estrepitoso de Coalición Democrática, que sigue siendo en la región andaluza un grupo extraparlamentario.

Raíces históricas

«La lección que deben sacar PSOE y PCE de estas elecciones es sencilla: el pueblo andaluz existe y no se deja engañar fácilmente», declaró ayer a EL PAIS Luis Uruñuela, miembro de la secretaría del PSA y diputado por Sevilla, comentando los previsibles efectos que el resultado electoral va a producir en la izquierda tradicional andaluza. Uruñuela rechazó la posibilidad de que su partido llegase a un acuerdo con UCD que permitiera a ésta gobernar sin compartir el poder. El nuevo, diputado sevillano añadió que «los resultados muestran claramente que el andalucismo no tiene nada de folklórico, como ha estado repitiendo algún político durante toda la campaña, sino que tiene raíces profundas en la historia y la realidad andaluzas», subrayando que la Junta de Andalucía no ha hecho nada por el pueblo andaluz y que, a partir de ahora, el PSA hará trabajar a los demás partidos.

Voz propia

En medios políticos independientes se ha señalado que el éxito del PSA se debía, entre otras razones, a una campaña inteligente, basada en el eslogan «Andaluz, vota por tu tierra», y en la idea de que Andalucía necesita una voz propia en el Parlamento, y al desencanto que el funcionamiento de la Junta ha provocado en las esperanzas autonomistas de muchos ciudadanos. También ha influido en el electorado el ocultamiento deliberado del carácter socialista del PSA -se ha insistido constantemente en la denominación Partido Andaluz-, que ha delimitado de forma más nítida su espacio político.

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