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Las multinacionales están especulando en el mercado libre

La crisis del Irán ha convertido a Rotterdam en la capital del mercado negro del petróleo, dado que se paga hasta cincuenta dólares por un barril de crudo cuyo valor, al precio de la OPEP, es de quince dólares. Un informe de la compañía petrolífera Conoco llegó de forma anónima a un diputado laborista británico, quien lo envió al ministro de Energía, Anthony Wedgwood Benn, descubriéndose así que varias compañías petrolíferas multinacionales están desviando hacia Rotterdam cargamentos de crudo destinados a sus clientes habituales para beneficiarse de los altos precios que se pagan en el mercado libre.Aparentemente, las compañías petrolíferas pretenden resarcirse así, en parte, de las pérdidas que las ha ocasionado, hasta ahora, el descenso en sus existencias de crudo por la paralización de los yacimientos iraníes.

Esto agrava la situación de escasez, que ya obligó a imponer un nivel de restricciones en los suministros acordados regularmente, puesto que el aumento de producción en países corno Arabia Saudita e Irak no ha compensado de la falta del petróleo iraní.

Los precios que rigen en el mercado de Rotterdam llegan a alcanzar los 350 dólares por tonelada de productos refinados ligeros y este atractivo precio puede justificar la denuncia hecha en varios círculos intemacionales de consumidores de que la falta de los 5,5 millones de barriles diarios de petróleo iraní en el mercado no justifica la reducción real en los suministros internacionales, que es de un 6 a un 7%.

La compra de petróleo por el sistema de entrega inmediata, mercado spot, es el único recurso que le queda a países como Israel o Suráfrica, cuyos suministros petrolíferos dependían, casi enteramente, de Irán.

Esta fuerte subida de los precios en el mercado libre y la disposición de varias compañías internacionales para aprovecharse de ella será otro factor determinante de la inevitable subida de los precios de la OPEP, según se estima en círculos petrolíferos de Londres.

La decisión de aumentar un 11% en los precios que rigen en el petróleo extraído del mar del Norte para el primer trimestre de este año fue la primera andanada que desencadenó la fiebre encarecedora, por lo que ahora las compañías del cartel del mar del Norte están considerando una limitación en los precios del segundo trimestre, para evitar consecuencias inflacionistas.

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