Las diferencias entre países ricos y pobres, principal obstáculo para el mundialismo

El abate Pierre, ex diputado francés, fundador de la organización Los Traperos de Emaús y miembro destacado del movimiento mundialista que firmó el manifiesto de la ciudadanía mundial junto a personalidades como Rajan Nehru, Bertrand Russell, Josué de Castro, Danilo Dolci y Jean Rostand, ha defendido en una conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid que no se puede llegar a un Gobierno mundial capaz de superar los graves problemas por los que atraviesa la Humanidad mientras no se destruyan las grandes diferencias que existen entre los países ricos y pobres.El desarme mundial, la investigación de recursos -energéticos naturales, la erradicación del hambre y de la incultura son los objetivos que persigue este movimiento mundialista cuyos miembros registrados -unas 50.000 personas repartidas entre cien países- celebrarán elecciones el próximo mes de julio en Tokio. «Con esto queremos demostrar que las elecciones mundiales no son una utopía. »

El abate Pierre analizó la trayectoria del movimiento, en el que distinguió dos fases: la primera de ellas coincide con la inmediata posguerra, en la que, «a raíz del descubrimiento de la parte horrible del mundo, se cree en la posibilidad de un Gobierno mundial que supere la tiranía de los Gobiernos nacionalistas. Ante el fracaso de estas pretensiones se pretende desarrollar la acción de los organismos especializados de las Naciones Unidas (FAO, UNESCO); pero las interferencias políticas en las realizaciones de estos organismos está frustrando permanentemente cualquier tipo de acción encaminada a establecer la igualdad. La hipocresía de los Gobiernos sigue siendo manifiesta, ya que mientras en teoría dicen apoyar la eliminación de los desequilibrios, en la práctica se agrandan cada vez más esos desequilibrios».