Herbert Marcuse,
de 83 años, padre intelectual de la contestación universitaria de la década de los sesenta y del mayo francés del 68, ha explicado el porqué de su último libro, La dimensión estética. Para una crítica de la estética marxista: «El marxismo ortodoxo (distinto del que quería el propio Marx) mantiene una concepción falsa sobre el arte, porque impide a éste su función de, mediante nuevas formas, abrir un horizonte de cambio.»
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