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La triste noche de las minorías

Con el canto del Cara al sol, la voz de José Antonio y los textos leídos por el locutor José Verdú -locutor que durante los años de Carrero Blanco se había significado por el énfasis en las noticias relacionadas con el terrorismo y partidos de izquierda- se abrió la programación electoral en RTVE, a las 8.40 d ayer, y que cerrará la ORT en RNE el próximo día 27, a las 20.30. Los programas por el primer canal de TVE y con difusión nacional se inician hoy a las 15.30, con el PTE, y se cierran el martes 27, con el PSOE y UCD, a las 22.00.Pero la distribución de los pro gramas electorales en RTVE necesitó doce horas (desde las 16.30 de la tarde del viernes hasta las 4.30 de la madrugada del sábado) en el Ministerio de Cultura y en los pasillos de la Dirección General, de RTVE. Una larga noche de humillaciones para las minoría extraparlamentarias, sometidas -según sus propias quejas unitarias a los únicos medios informativos presentes hasta el final, Efe y EL PAIS- al arbitrio y manipulación al consenso caciquil de los tres partidos mayoritarios en connivencia con los altos ejecutivos de Prado del Rey.

En una «televisión estatal», que todavía no tiene regulado el derecho de acceso de los ciudadanos y partidos políticos, se trataba de distribuir con «criterios de equidad» y de acuerdo con las necesidades y posibilidades del medio, la programación que «gratuitamente» RTVE cede a partidos y coaliciones electorales. Aquella noche ni hubo equidad, ni hubo respeto a los principios constitucionales, ni los representantes de los partidos parlamentarios dieron ejemplo de democracia.

En primer lugar, los programas electorales no se distribuyeron por sorteo, como hubiera sido más justo. El sorteo se aplicó tan sólo a la distribución de los comunicados de los partidos (en TVE se emitirán por término medio seis comunicados de dos minutos después de Ultimas noticias). A las 16.30 se reunían durante una hora los representantes de UCD, PSOE y PCE con Jesús Sancho Rof, el ex diputado de UCD señor Pérez Llorca y el director general de RTVE, Fernando Arias Salgado. Allí se fraguó el procedimiento del reparto de los espacios que el Comité para RTVE hizo suyo (con el voto en contra de ORT). A las 17.30 comenzó el reparto de los 73 programas de diez minutos, que se emiten desde ayer hasta el día 27 por el circuito regional de Madrid, para veinte provincias, seis programa diarios a partir de las 16.30.

La sesión tenía que reanudarse a las 0.30 de la noche, para el reparto de los programas con difusión nacional. De nuevo, previamente se reúnen los tres partidos mayoritarios y la sesión comienza hora y media más tarde. Mientras tanto todas las minorías, desde los representantes de Fuerza Nueva, Unión Nacional, los distintos grupos de Falange hasta Euskadiko Ezkerra, Partido Liberal, Carlista, Unión Libertad Expresión, Izquierda Republicana, etcétera, se aúnan contra las maniobras del consenso entre mayorías. De nada sirven las protestas.

Jaime Sartorius (PCE) invitó varias veces al presidente del comité para que no concediese la palabra, o la retirase, a las minorías Desde la mesa se Invita a moderar los legítimos ímpetus parlamentarios y el presidente, señor Varela en un determinado momento, advierte con suspender la sesión si no se procede al reparto. «Que se levante», dijeron algunos. «Pues el que quiera, que se vaya», respondió la presidencia. Así, UCD PSOE, PCE y CD eligieron por este orden la totalidad de los tres espacios de cada grupo en las emisiones nocturnas y en los dos últimos días de campana por RTVE, más otros horarios estratégicos. Del total de los 59 programas previstos, 47 correspondían a las minorías extraparlamentarias. Y de estos 47, más de la mitad (veintiséis programas) han sido relegados a la segunda cadena, que cubre poco más del 50% del territorio nacional. De nada sirvieron las enérgicas protestas. Miguel Hedilla intervino para decir que aquello era una tomadura de pelo «burda y falsa». Narciso Perales renunció a elegir. Ventura Pérez, por Euskadiko, citó a Unamuno («Ustedes vencerán por la fuerza»). Para evitar una posible competitividad con la primera cadena los días 26 y 27, tampoco intervendrán las minorías por el segundo programa.

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