Una encuesta que debían contestar los vecinos ha sido manipulada por algunos ayuntamientos
En el umbral de las campañas electorales, el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo envió a los pueblos de la sierra de Guadarrama un cuestionario en el que se recaba la opinión de los vecinos acerca de una futura ordenación de la zona. Según informaciones directas recibidas por EL PAIS de algunos de los residentes en los municipios consultados, muchos de estos cuestionarios han sido rellenados directamente por el Ayuntamiento y después remitidos al Ministerio.En el cuestionario, el Ministerio de Obras Públicas pregunta a los vecinos si «considera que el planeamiento urbanístico de su municipio (plan general, normas subsidiarias o delimitación del suelo) satisface plenamente las necesidades del mismo»; si «existe una demanda importante de suelo para segunda residencia» y si «para una futura ordenación de la sierra, con el objetivo de elevar el nivel de vida de la población residente, deberían potenciarse la agricultura, la ganadería, la foresta, la industria, el turismo u otras». También solicita opinión sobre las carencias principales del municipio «a nivel de servicios», indaga sobre el abandono del municipio por la población joven y sobre sus causas, sobre el estamento en que deben resolverse los problemas municipales pendientes, sobre el grado de destrucción de la naturaleza y sobre si algún lugar del municipio merece especial atención o tratamiento.
El Ministerio justifica el cuestionario con un escrito en el que se dice que la Dirección General del Medio Ambiente ha decidido recabar información «para una posible ordenación de la sierra aún no degradada por la especulación urbana». En sucesivos párrafos se explica también que «profundizando concreciones» como éstas, y en el análisis de intervenciones de grupos económicos ajenos a los intereses de quienes viven en la sierra, se llevaría a cabo de verdad este estudio lúcido y científico de lo que es necesario conservar y lo que se puede desarrollar... La segunda cosa clara es que las encuestas son manipuladas: hay que difundir información. Y la tercera pata del trípode de situaciones que deberían darse es una auténtica participación pública, no sagazmente desvirtuada».
Participación sagazmente desvirtuada
Entre otros informes recibidos por EL PAIS, procedentes de vecinos de municipios de la sierra, resulta especialmente significativo el de Clemente Mantecas, que reside en La Granja-Valsaín. «Como vecino y como miembro de la comisión de vecinos, me he personado en el Ayuntamiento para conocer dicho cuestionario. Se me ha contestado que ningún cuestionario de esta índole ha tenido entrada en él. De fuente fidedigna nos consta a muchos que este cuestionario, rellenado por personas del Ayuntamiento de espaldas al pueblo, ha tenido ya entrada en la Dirección general del Medio Ambiente.» Es decir, que ha sido sagazmente rellenado, sagazmente enviado y sagazmente recibido.Como complemento de esta información, EL PAIS ha podido comprobar que el caso se ha repetido en otras localidades de la sierra, entre tanto que en un segundo grupo, al que pertenece, por ejemplo, Navafría, el escrito del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo si ha llegado hasta los vecinos, que han rellenado personalmente la encuesta.
El espíritu de los ayuntamientos entra, pues, en conflicto, según los casos: unos han asumido potestades del vecindario y otros se han limitado a respetarlas. Lo que si parece conforme con la época es el espíritu del escrito del Ministerio, que se explica así en la carta remitida a los ayuntamientos: «Una de las finalidades de este informe es detectar los más importantes problemas de la sierra en general y de los municipios serranos en particular, así como las posibles alternativas para su resolución. En su elaboración se da entrada a la participación pública, de forma que objetivos y políticas sean el resultado de una opinión general válida. »
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