Cuarenta mil musulmanes en Ceuta
A la población marroquí de Ceuta, ya no le bastaba el clásico e histórico murciélago ávido de sangre: el colonialismo; tampoco el racismo ni la opresión a que siempre ha sido sometida esta población. Ahora ha venido a sumarse a los citados y denigrantes factores el continuo linchamiento de jóvenes marroquíes por parte de estos bárbaros del siglo XX, denominados Fuerza Nueva. Huelga decir que las «autoridades competentes y coloniales» hacen oídos sordos a las quejas. Aquí vendría a las mil maravillas una estrofa de Bécquer: «Oh vosotros más duros que el mármol a nuestras quejas!» Como broche final, el diario El Faro de Ceuta, con sus continuas diatribas contra los marroquíes, añadiendo más leña al fuego y creando más animosidades entre la población hispano-marroquí de Ceuta, ya de por sí bastante deteriorada durante estos últimos años. Por algo el ilustre director es un superviviente de la triste División Azul. Algo habrá aprendido de los métodos nazis, digo yo. En cuanto al reportaje televisivo que se hizo el año pasado sobre Ceuta, me produjo indignación y risa. ¿Por qué las cámaras y los entrevistadores no se dirigieron al chabolismo y al hacinamiento en que viven los «moros»? ¿Se puede ignorar acaso la presencia de 40.000 habitantes musulmanes? Por favor, por favor señores, más seriedad. ¿No es acaso una vergonzosa desfachatez?