Manifestación en Torrelavega para pedir la recuperación del cadáver de un submarinista
Unas quinientas personas se manifestaron ayer por las calles de Torrelavega para pedir la recuperación de los restos del submarinista Javier Irusquieta, de treinta años de edad, que pereció asfixiado en el pozo de Santa Medila. Los manifestantes, encabezados por la viuda del submarinista, exhibían pancartas relativas al suceso.El joven submarinista perdió la vida hace 32 días en el curso de una inmersión en la que también pereció un compañero suyo, cuyo cadáver fue encontrado posteriormente por buceadores de la Armada. Ambos submarinistas fueron contratados para el cierre de una compuerta situada en el fondo de una galería de plano inclinado de 170 metros de longitud, en el yacimiento de la Real Compañía Asturiana. Esta ha entablado gestiones con tres empresas especializadas en la recuperación de cadáveres. La operación podría costar unos quince millones de pesetas.
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