Presiones de Naciones Unidas para reprimir el tráfico de estupefacientes

, El Organismo Internacional del Control de Estupefacientes de Naciones Unidas (OICS) aboga en un comunicado por que los Gobiernos realicen investigaciones más estrictas y severas «frente a los movimientos de capitales ligados al financiamiento del tráfico internacional de drogas». Tales operaciones, en base a sumas considerables -señala el OICS-, no solamente son el motor y acelerador del tráfico ilícito, sino que también producen efectos «perversos» en los planos sociales, económicos y políticos.

En su informe anual correspondiente al año 1978, de 42 folios, el Organismo Internacional del Control de Estupefacientes constata que la situación se ha agravado en el caso del opio y derivados, del cannabis, la cocaína y las sustancias sicotrópicas (estimulantes, depresores, alucinógenos y otros).

En el caso de la cocaína, el informe señala que ha continuado la sobreproducción de hojas de coca y se ha incrementado su consumo y tráfico ilícito, cuando se sabe que menos del 5% es destinado a usos lícitos. También se hace ver la preocupación existente por la aparición de la «pasta de coca», que se fuma mezclada con tabaco.

En cuanto al opio, aunque se constatan algunos progresos en materia de control, la producción no ha disminuido, señalándose que las ganancias que deja su tráfico ilícito y la presión de la demanda es tal que las fuentes de abastecimiento descubiertas por medios policiales son rápidamente reemplazadas por otras.

Finalmente, se pide a los gobiernos la adopción de medidas adecuadas y su estricta aplicación, frente al abuso y tráfico ilícito de los sicotrópicos.

El Organismo Internacional del Control de Estupefacientes pide a los Gobiernos que, coordinados a, través de las instituciones correspondientes, inicien un estudio a escala internacional de las fuentes de financiación del tráfico de estupefacientes.