El "Concierto aguediano", de García Abril

Un nuevo concierto de guitarra se incorpora,a los ya existentes. que son muchos. Cuando en 1940 nacen el Concierto de Aranjuez y el primero de Castelnuovo Tedesco, el intento de enfrentar el tenue y misterioso sonido del tantas veces llamado instrumento nacional con diversas formaciones instrumentales la cosa tenía novedad y riesgo. Hoy existen docenas de partituras de ese género y, por otra parte, algunas amplian la voz de la guitarra por procedimientos electrónios.Esto ha hecho García Abril en su Concierto aguediano (dedicado a su hija Agueda), en el que el compositor se manifiesta en un lenguaje directo que parte de las características propias de la guitarra. Ellas determinan no sólo el discurso solista, sino el talante de la parte orquestal brillante, melódica y expresiva. García Abril, sin mayores preocupaciones conceptuales, practica su lenguaje en busca de una naturalidad que, como el mismo autor sugiere, no es fácil de conseguir.

La problemática técnica queda «oculta», como asunto privado del compositor, a través de la cual quiere comunicarse con el público. Extenso es el de la guitarra y que los pentagramas de García Abril encontraron eco en su ánimo lo demuestra el éxito conseguido. Bien es verdad que la obra fue tocada muy bien por Ernesto Bitetti, a quien está dedicada, que ya la ha estrenado en México y Barcelona. Puede au gurarse una vida fácil al Concierto aguediano, expresión auténtica -por otra parte- de la manera de «pensar la música» del profesor de composición en el conservatorio madrileño.

García Asensio nos dio muy pulidas versiones de Rossini (Ceneréntola) y Beethoven (Segunda sinfonía), y en ese concepto de «pulido» incluimos no sólo algo superficial o de mera realización, sino,también una ideación fresca, transparente y viva, tanto de la feliz música rossiniana como de la obra beethoveniana que el titular de la RTVE inclina más hacia el lado del clasicismo vienés que hacia el «heroismo» de la «tercera» que, en mucho, anuncia. Jornada positiva y plena de éxito para director.