El coronel Beniedid Chadly será el nuevo presidente de Argelia
El coronel Benjedid Chadly, cincuenta años, discreto y pragmático, fiel compañero del desaparecido Huari Bumedian desde la guerra de la independencia, será el nuevo presidente de Argelia. Después de que ayer fuera confirmado candidato a la suprema magistratura por el Congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), partido único argelino, ahora sólo falta el trámite de la elección popular del 7 de febrero, a la que Chadly va como candidato único.
Los primeros análisis coinciden en señalar al Ejército como la pieza clave detrás de la designación de Chadly, que realmente es su nombre de guerra. La mayoría de los altos oficiales argelinos han volcado su influencia detrás de Benjedid, que representaría una línea «liberal» en contraposición a los que sostenían la necesidad de imprimir un mayor radicalismo a la Argelia pos-Bumedian. Esta última tendencia utlizaba a su favor las aspiraciones de las organizaciones de masas y de ciertos sectores del FLN.El candidato a la presidencia de la línea «radical», el coronel Salah Yaihaui, responsable ejecutivo del aparato del partido único, es sin duda el gran derrotado.
Aunque el sucesor de Bumedian ya no tendrá el enorme poder que concentraba éste en sus manos: presidencia de la República, la jefatura del Gobierno y del Ejército y la dirección del partido, Chadly ocupará también la Secretaría General del FLN. Habrá una dirección colegiada que se concretará en varios vicepresidentes y un primer ministro.
Con la designación de Chadly se abre una nueva era cargada de incertidumbre en Argelia, aunque, en principio, se estima que el continuismo de la línea Bumedian, con buenas dosis de pragmatismo, será la esencia de la línea futura de gobierno. El reforzamiento de los lazos económicos con Occidente y una menor dependencia ideológica con el Este serán los principios que rijan el futuro próximo de Argelia. Es prematuro hablar de un cambio de óptica con Marruecos, debido a que el Ejército argelino, por pragmático que sea, entiende que es un deber nacional no claudicar ante lo que califica de «aspiraciones expansionistas» de Rabat.
En lo que respecta a una de las figuras más conocidas de la Argelia actual, Abdelaziz Buteflika, ministro de Asuntos Exteriores, no estaba interesado, en este momento, en acceder a la presidencia, según fuentes periodísticas marroquíes, quienes estiman que la elección de Buteflika hubiese supuesto un malestar en algunos sectores del Ejército. Otro tema importante es la suerte de Ben Bella, a quien estaba dispuesto a liberar Bumedian, según confesión propia en las últimas horas de vida.
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