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Terrorismo en la República Federal de Alemania

Estreno de "Alemania en otoño", película colectiva

El 5 de septiembre de 1977, el comando Siegfried Hausner, del grupo terrorista Baader-Meinhoff, secuestra, en la República Federal de Alemania, a Hans-Martin Scheleyer, presidente de la patronal y de la federación de industria. A cambio de su libertad pide la de diez miembros del grupo Baader-Meinhoff, entre los que se encuentran Andreas Baader, Jean-Carl Raspe y Gudrun Ensslin, sus principales dirigentes.

Ante el silencio del Gobierno, el 13 de octubre, los terroristas secuestran un Boeing 737 de Lufthansa, en vuelo regular de Palma de Mallorca a Francfort. El 17 de octubre el Boeing llega a Mogadiscio, Yemen del Sur, donde miembros del ejército alemán, especializados en lucha antiterrorista, organizan una matanza al liberarlo. Al día siguiente aparecen «suicidados» en sus celdas de la cárcel de Stammhein, Baacler, Raspe y Ensslin. El 20 de octubre, después de 43 días de secuestro, se encuentra el cuerpo sin vida de Hans-Martin Scheleyer, en el maletero de un automóvil.Estos sucesos, ocurridos en la RFA durante el otoño de 1977, impulsan a un grupo de directores a hacer Alemania en otoño, una película colectiva que quiere ser una reflexión sobre la situación de su país. Once de los directores más tradicionales de lo que se ha venido a llamar «nuevo cine alemán» se ponen a trabajar en la idea. Junto a los desconocidos Hans Peter Cloos, Maximiliane Mainka, Beate Mainka-Jellin ghaus, Katja Rupé y Peter Schubert, se encuentran los directores de La guerra de las muchachas, Alf Brustellin y Bernhard Sinkel, y nombres tan conocidos como Rainer Werner Fassbincler -Las amargas lágrimas de Petra von Kant-, Alexander Kluge - Una muchacha sin historia-, Edgar Reitz -Cardillac- y Volker SchIöndorff -El honor perdido de Kalharina Blum-.También colaboran el guionista Peter Steinbach y el famoso escritor Heinrich Böll.

El resultado es una película de un pretendido tono uniforme con dieciséis episodios sobre el terrorismo. Empieza y termina con la frase: «Cuando la crueldad ilega a un cierto límite, no importa saber qué hay en su origen: sólo es necesario que cese.» Los distintos episodios se intercalan entre medias de un reportaje sobre el entierro del industrial Scheleyer y otro del de los tres terroristas del grupo Baader-Meinhoff. Destaca del conjunto el episodio de Fassbinder, en la medida en que tiene su característico estilo y está interpretado por él. Los restantes, son fragmentos del entierro del mariscal Rommel; una entrevista en presidio con el cofundador de la liga Rote Armee Kaftion; la caza de un terrorista en la frontera francesa; la psicosis de histeria desatada en una mujer por el miedo a los terroristas; una síntesis de los documentales socialistas de los años veinte -realizada con gran habilidad por Kluge-; las vicisitudes de un realizador de televisión que trata de finalizar su versión de Antígona y choca con el miedo del comité directivo.

Alemania en otoño (Deutsland im Herbst) se presenta al público alemán durante el transcurso del Festival de Berlín de 1978 y da lugar a una variada gama de opiniones. Debido a que se trata de un trabajo excesivamente localista, que hace necesario el conocimiento de la historia y la realidad actual de la República Federal de Alemania para su completa comprensión, ha tenido una repercusión internacional limitada. En la película late la sinceridad de un equipp de realizadores que se ha acercado a un problema tan complejo como el del terrorismo y ha dado como resultado una obra confusa e irregular.

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