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Permanece el enigma en Argel sobre el sucesor de Bumedian

Con dos discursos del presidente interino, Rabah Bitat, y el coronel Salah Yahiaoui, en los que se reafirmó la necesidad de considerar al Frente de Liberación Nacional (FLN) la pieza muestra de la revolución, tuvo lugar ayer el acto inaugural del congreso del partido único argelino, entre cuyas atribuciones recae nombrar un sustituto al fallecido Huari Bumedian.

Tres mil delegados y varios centenares de periodistas fueron los espectadores de este instante de la revolución argelina. El congreso entraña, automáticamente, el fin de la misión confiada a la dirección política representada por los ocho hombres del Consejo de la Revolución y la apertura del proceso constitucional de sucesión a la presidencia.Tanto Rabah Bitat como el coronel Yahiaoui subrayaron en sus alocuciones la importancia del congreso y precisaron que este debe efectuarse bajo bases ideológicas clarificadas. En éste sentido, se afirmó que el FLN jugará ahora el papel más importante en lo que concierne a la orientación ideológica del país y se precisó que la continuación de una «sociedad socialista» sólo podrá realizarse gracias al «poder revolucionario ».

El FLN -dijo Bitat- es el único que puede garantizar que el poder político permanezca en manos de hombres que mantendrán firmes las exigencias contenidas en la Carta Nacional y en la línea trazada por Bumedian.

También se hizo referencia a la preocupación de los saharauis por el desarrollo del congreso, en una alusión implícita a la dependencia existente entre Argelia y el Frente Polisario. Al congreso no asiste ningún invitado extranjero, aunque se observó la presencia del ministro saharaui de Información, Mohamed Ulel Salek.

Revolución islámica

Como se esperaba, los dos discursos inaugurales fueron sendas piezas oratorias impregnadas de militantismo, sin que debordaran en ningún momento hacia límites irredentistas. Las alusiones al carácter socialista de la revolución argelina fueron enfatizadas continuamente, pero no pasó inadvertido el que la mayor parte de las citas se referían a la «revolución, sin la utilización de adjetivo alguno. En la sala, algunos delegados comentaron que, según lo expresado por el propio Bumedian, el socialismo argelino echa sus raíces en la propia realidad islámica del pueblo.La preocupación de los observadores se centra, sin embargo, en saber la composición que adoptará la futura dirección política. Se da por seguro que el nuevo presidente, cuya candidatura debe emerger, de forma oficial, al final del congreso, tendrá que compartir sus atribuciones con algunos hombres fuertes del partido, como Salah Yahiaoui.

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Este último, al subir a la tribuna; fue aplaudido tímidamente por menos de la mitad de los presentes en la sala, lo que podría interpretarse como la manifestación evidente del resquemor de la mayoría de delegados a sostener totalmente su candidatura.

En realidad nada se ha jugado todavía en Argelia, y el congreso que acaba de comenzar solamente, no será una simple caja de resonancia, sino el marco de posibles discusiones que, por el momento, no trascienden a los informadores.

El coronel Benjedid Chadly fue, como se esperaba, el hombre más fotografiado. Vestía de civil, igual que el resto de los militares que se integran en el Consejo de la Revolución, y tenía a su lado al ministro de Asuntos Exteriores, Adbelaziz Buteflika. Un hombre del que se dice aquí que ha perdido por completo toda posibilidad de ser el nuevo presidente, aunque podría desempeñar un importante puesto ejecutivo en el futuro Gobierno.

En un extremo de la primera fila, los ministros de Industria y Trabajos Públicos, Belaid Abdessalam y Benhammouda, daban también la impresión de ser hombres sin grandes inquietudes.

Pero en todo caso habrá que esperar al desarrollo de los acontecimientos. Por ahora el primer acto se ha limitado a situar un telón de fondo de continuismo político y a reafirmar que si Argelia es el centro de las preocupaciones de muchos Gobiernos, por no decir del mundo entero, quienes piensan que fracasará la revolución estarían «tomando sus deseos por realidades».

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