Dimitió el presidente del consejo de regencia

El líder religioso de Irán, ayatollah Jomeini, recibió ayer, en su residencia de las cercanías de París, al hasta ayer presidente del consejo de regencia iraní, Jalal Tejrani.El anuncio del retorno de Jomeini a Irán el próximo viernes ha agudizado repentinamente el clima de incertidumbre que pesa sobre el país, mientras se evoca constantemente la eventualidad de un golpe militar. La firmeza que, en apariencia al menos, manifiesta el primer ministro iraní, las contradicciones que han empezado a manifestarse entre la oposición civil de izquierdas y el movimiento religioso, hace temer a los observadores franceses que la confusión general que reina en Irán desemboque en un golpe militar. Sin embargo, en Neauphle le Chateau sigue la euforia habitual desde que el líder religioso anunció su retorno. Tejrani, que se encuentra en París desde el jueves; pasado, tuvo que anunciar la dimisión de su cargo de presidente del Consejo de Regencia para «merecer» ser reci bido por el ayatollah Jomeini. Por su parte, los colaboradores del líder religioso iraní negaron nuevamente ayer que existiese contacto alguno de su movimiento con el Gobierno Bajtiar, aunque precisaron que «si hubo algún contacto en Irán fue llevado a cabo por amigos de Jomeini, que se limitaron a advertir al primer ministro que tenía que dimitir».

Preguntados estos mismos colaboradores sobre la censura que algunos grupos religiosos han empezado a ejercer ya, por la fuerza, sobre los periódicos de Teherán, dijeron que «eso podía ser obra de grupos incontrolados e insignificantes».

También en Neauphle le Chateau prevén que el Ejército acabará por unirse al movimiento religioso, pero fuentes solventes de la capital francesa coinciden en señalar que «sólo el Ejército profesional, que cuenta con unos 80.000 hombres, es capaz de controlar toda la institución militar y el país». Este Ejército, que se sepa, es el que continúa defendiendo el retorno del sha.