El "ayatollah", amenazado de muerte, refuerza su seguridad
El ayatollah Jomeini, que aseguró ayer «regresará muy pronto», fue amenazado de muerte varias veces te le fónica mente, durante las últimas veinticuatro horas, por un pretendido «comité de defensa del sha». El Gobierno francés, inmediatamente, reforzó el dispositivo de protección del que goza el líder religioso en un chalet de Neauphle le Chateau. Sus portavoces niegan la existencia de negociaciones secretas, en Teherán, con el Gobierno Bajtiar.Anoche, en esta capital, ninguna información precisaba elementos susceptibles de configurar la importancia, la credibilidad y las intenciones del «comité de defensa del sha», que, parece ser, amenazó al ayatollah de muerte. El hecho de que las autoridades galas reaccionaran instantáneamente, al destacar más policías a Neauphle le Chateau, es el único indicio revelador de la importancia del hecho. Entre tanto, los allegados a Jomeini, tras la imanifestación monstruo de antayer en Irán, se confirman en que «la victoria ya está conseguída».
Por ello, un portavoz del ayatollah declaró quiméricas, ayer, las negociaciones secretas que, segun otras fuentes, se celebrarían en Teherán entre representantes del líder religioso, por un lado, y portavoces del primer ministro Bajuar y, el Ejército por el otro. Este mismo portavoz, cuando sus interlocutores insistíeron en el tema y quisieron saber si esas eventuales reuniones se efectuaban o se efectuarían en la capital de Irán o en Neauphle, cortó en seco: «Semejantes reuniones no se celebrarán en ningún sitio. »
Pero la mediación americana se estima aún a la orden del día. El delegádo del presidente de Estados Unidos, antiguo ministro de Justicia, Rarnsey Clark, que visita Teherán desde hace una semana, no se excluía ayer, en algunos medios, que pudiese viajar a París para ver al ayatollah. El presidente francés, a través de un intermediario, también parece ser que mantiene contacto permanente con el líder religioso.
En relación con el retorno del ayatollah, anoche declaró el mismo, dirigiéndose a sus fieles iraníes: «Muy pronto, estaré con vosotros, pero ahora hay que mantener el orden y colaborar con el Ejército». Palabras semejantes indicarían que, a pesar de las declaraciones en sentido contrario, la victoria conseguida en la calle necesita de un complemento «delicado»: las negociaciones
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.