En favor de la Iglesia vasca
«Los editoriales de EL PAIS están poniendo a prueba la capacidad de indignación de amplios sectores del País Vasco. Estos artículos son tanto más virulentos cuanto más cerca nos encontramos de convocatorias electorales; esto se vio en las elecciones del 15 de junio, cuando EL PAIS, cambiando su estrategia, encabezó una vergonzosa campaña de desprestigio del PNV. Ahora, sus desafortunados tiros se dirigen contra otra institución de nuestro País Vasco, mayoritariamente querida, respetada y que integra sus fuerzas más responsables. En el desafortunado artículo del 12 de enero titulado con sarcasmo La Iglesia de Poncio Pilatos, se alude malévolamente a los puntos siguientes que rotundamente rechazamos:1. Califica de desgraciada la contestación de los obispos de San Sebastián y Bilbao, debido al tratamiento que nuestros prelados hacen sobre la violencia, porque no se realiza conforme a sus deseos. La Iglesia en general, y la nuestra en especial, utiliza, para la condena de la violencia, caminos muy distintos de los que puede seguir un Gobierno, un ministro del Interior o unas organizaciones políticas. Fiel a su misión pastoral actual, insiste sobre todo en cambiar la mentalidad de las personas, entrando a fondo en las causas y consecuencias de las acciones condenables. Todos los que leemos con respeto estos numerosos documentos que ininterrumpidamente publican sobre la violencia, sabemos con claridad meridiana a quién van dirigidos, El hacerlo como pretende EL PAIS no añadiría nada en absoluto, ni a su eficacia ni a su autoridad.
2. EL PAIS se atreve a formular una grave calumnia al decir textualmente cómo «el comienzo de las denuncias de la Iglesia vasca sobre la situación en Euskadi coincide con el comienzo de la decadencia física del general Franco». Al leer esta grave difamación, que exigirla una pública rectificación, se nos hace difícil contener nuestra indignación. La negativa de monseñor Múgica a firmar la Carta Colectiva del Episcopado Español, su destierro, los sacerdotes vascos fusilados, los sacerdotes presos en El Puerto de Santa María, la rocambolesca llegada de un avión a Sondica para expulsar a monseñor Añoveros y un etcétera muy largo, son acontecimientos que se produjeron, según esto, coincidiendo con una decadencia física del general; pudiera ser que el general se hallase decadente desde 1936, lo que no sorprende a nadie. No se encuentra otra explicación.
3. EL, PAIS, con su potente red de información, pretende hacernos creer que ignora cómo el CGV el 8 de enero tomó el acuerdo de rectificar el comunicado de la Consejería del Interior; por tanto, la petición irónica de «abandonar el reino fantasmal de la autocomplacencia para afrontar los problemas concretos del reino de este mundo», tal como asegura EL PAIS, no es de recibo.
Estos tres puntos constituyen una grave acusación contra la Iglesia vasca, en estos momentos sumamente difíciles. Esto no nos coge de sorpresa, sabemos cada uno dónde estamos y EL PAIS se está distinguiendo especialmente por ser enemigo del País Vasco. Si en un principio pudo engañar a alguien con su barniz liberal, está suficientemente claro que lo que pretende es aumentar las distancias que nos separan de otras regiones, despertando el odio a todo lo vasco. Se equivoca trágicamente dirigiendo sus tiros hacia instituciones como la Iglesia vasca, cuya trayectoria en contra de la violencia es clara y evangélica. Flaco servicio nos está haciendo con esta táctica que favorece fundamentalmente a los violentos.
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