Masiva respuesta a la convocatoria de huelga en la hostelería madrileña

El llamamiento a la huelga en la hostelería de Madrid obtuvo ayer, en la primera jornada de las tres para las que está convocado el paro, una masiva respuesta por parte de los 60.000 trabajadores que integran el sector. El paro, convocado por las centrales que negocian el convenio del sector -CCOO y UGT- trata de presionar a la patronal para la consecución de las reivindicaciones de los trabajadores.

Estas reivindicaciones se centran fundamentalmente en un salario mínimo de 25.000 pesetas mensuales, jornada semanal de cuarenta horas, reconocimiento de los derechos sindicales, bolsas de vacaciones para hoteles de cuatro y cinco estrellas y la cobertura de los puestos vacantes de las empresas.En la tarde de ayer, el presidente de las negociaciones convocó a la comisión negociadora, sin que a la hora de cerrar esta edición se conociera el alcance de este nuevo contacto entre las partes en conflicto. La huelga no ha sido desconvocada.

En cuanto a la incidencia del paro, que trasciende a nivel ciudadano a través de los numerosos bares y restaurantes que aparecen cerrados y con el correspondiente cartel pidiendo disculpas a sus clientelas, el aeropuerto de Barajas resultó especialmente afectado por la huelga. En este caso, la falta de servicio en cafeterías y restaurantes del aeropuerto se suma a la huelga de limpiadoras que mantiene las basuras en las instalaciones del mismo.

Iberia trata de suplir este problema con su servicio de mayordomía y, aunque no se prepara todo lo necesario y habitual, se atiende a los pasajeros en un gran porcentaje de sus necesidades.

Las compañías extranjeras tienen más agudizado el problema, especialmente en sus vuelos trasatlánticos con término en Madrid. Aeroméxico, por ejemplo, aprovecha sus escalas en París para cargar en esta ciudad la suficiente comida para el vuelo de regreso París-Madrid-Miami-México.

Por otra parte, durante toda la jornada se detectaron la actuación de piquetes que, en algunos casos, originaron ligeros incidentes y enfrentamientos con dueños en algunas instalaciones.

Según medios obreros, al menos Veinte miembros de piquetes fueron retenidos, y a la hora de cerrar esta edición algunos de ellos permanecieron aún en la Dirección General de Seguridad, en tanto se tramitaba su puesta en libertad, que parecía inminente.