Un servicio de ambulancias
He leído la carta que referente al servicio que presta Ambulancias Moreno a la Seguridad Social ha tenido a bien publicaren ese diario con fecha 24-12-78 y me he atrevido a escribirle corroborando lo publicado, ya que me he visto directamente afectado por dicho servicio, habiendo sufrido sus consecuencias muyu desagradablementeHace exactamente dos años, mi mujer dio a luz dos niños gemelos sufriendo a los pocos días una fuerte hemorragia. Puesto en contacto con el servicio de urgencia de la Seguridad Social, me indicaron, que debía ingresar a mi mujer en la misma clínica que había dado a luz, para que la atendiera su tocólogo y que ellos se encargaban de enviarme una ambulancia.
Pasada s cerca de dos horas se presentaron dos señores vestidos de paisano, uno de los cuales concuerda con la descripción de el Gitano, pretendiendo bajar a mi mujer desde la cama hasta la ambulancia sentada en una silla, ya que como vivimos en un octavo piso, no habían sido capaces de subir una camilla.
En el acto de sacar a mi mujer de la cama y sentarla en la silla sufrió un desmayo, cayendo redonda al suelo, a pesar de nuestros, esfuerzos por sujetarla ante nuestras quejas por esta forma de proceder, dichos señores contestaron con bastantes malos modales que no habían ido a perder el tiempo y que si no hacíamos todo lo que ellos indicaban, se marchaban, ya que poseían la suficiente experiencia para saber lo que había que hacer en estos casos.
Una vez en la ambulancia dijeron que no podían llevarnos donde les indicaba y que teníamos que conformarnos con que la llevaran al hospital Clínico, que era el que más cerca les pillaba.
Una vez en el hospital Clínico, nos dijeron que esperáramos en la ambulancia, que ellos se encargaban de todo. A los veinte minutos se presenta ' ron con una silla de ruedas diciendo que no se quería hacer cargo nadie de ella, pero que habían conseguido un medio con el que llevarla a la sala de urgencia, mostrándose muy diligentes y buscando descaradamente una compensación económica por sus servicios.
En su momento, y ante el estado emocional en que me encontraba, no me decidí a prestar ninguna reclamación, ya que en aquellas fechas se dudaba, pienso que acertadamente, del alcance de las mismas.
Hoy día, viendo que este servicio de ambulancias sigue prestando el mismo servicio y haciendo víctimas de su negligencia a personas que normalmente se encuentran en una situación delicada y violenta, sin saber a quién recurrir y a merced de esta clase de desaprensivos, es por lo que me he decidido a escribirle, ya que pienso que el ciudadano de a pie sigue siendo víctima del autoritarismo y la mala gestión de los medios oficiales.
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