Ningún incidente en las veinticuatro horas de huelga
El paro absoluto y la normalidad fueron la tónica de la jornada de huelga convocada en toda España por los trabajadores de Renfe y Feve, en defensa de las negociaciones de sus respectivos convenios. Los usuarios acogieron con resignación el paro, que provocó múltiples trastornos en los cinturones industriales, y no se produjeron incidentes dignos de reseñar. En algunas provincias, como Valencia, otros trabajadores de las dependencias ferroviarias -hostelería y limpieza- pararon en solidaridad con los huelguistas
Tan sólo trabajaron los guardabarreras
La huelga ha sido total en Sevilla, donde solamente han permanecido trabajando los guardabarreras y los guardas jurados, según fuentes sindicales. Más de 3.000 trabajadores han participado en el paro, habiéndose celebrado ocho asambleas en las estaciones, talleres, economato y otras dependencias. En las restantes provincias andaluzas el llamamiento ha sido igualmente secundado por la totalidad de los obreros.La tónica general de las asambleas ha sido la denuncia a la dirección de Renfe por tratar de culpar a los trabajadores del estallido del conflicto y querer apropiarse ante la opinión pública las medidas de protección al viajero, adoptadas: por las centrales sindicales, y la indignación ante el editorial publicado por el diario Abc sobre la huelga.
No se han registrado accidentes ni incidentes dignos de mención. Solamente hubo una protesta de los viajeros que el miércoles pensaban tomar el tren Sevilla-Barcelona («el catalán») y que tuvieron dificultades para recuperar el importe de sus billetes por falta de cambio en las cajas de la empresa.
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