_
_
_
_
_

La caída de Camboya

«La caída del régimen de Pol Pot se ha producido más rápidamente de lo que se podía pensar hace una semana. (...) Así, termina un episodio dramático y a la vez, vemos reaparecer en Pekín, precisamente, al antiguo rey, al antiguo presidente, al antiguo dirigente supremo de ese país, que durante tanto tiempo estuvo ligado a Francia, el príncipe Norodom Sihanuk (...)En efecto, todo ocurre, como si, ante el derrumbamiento del régimen die Phnom Penh, los dirigentes de Pekín buscasen una vez más restablecer una legitimidad tradicional en torno a este hombre de Estado, mezcla única de experiencia, de finura asiática y de realismo occidental y ponerlo en la jefatura de un Gobierno de unión nacional camboyana, capaz de negociar con el régimen duro y helado de Hanoi.

En efecto, hoy, el príncipe Sihanuk aparece como la última esperanza de una Camboya nacional y accesoriamente se puede decir de China, frente al Vietnam triunfante. (...)

Si China no ha defendido el régimen indefendible de Pol Pot, los chinos buscan, evidentemente, imponer la existencia de una Camboya independiente, es decir, no enfrentada a Hanoi. Tal es el sentido de la misión de Norodom Sihanuk en Pekín y de las últimas iniciativas chinas en el plano militar y diplomático (...)»

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

, 8 enero

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_