Hong-Kong impide la entrada a los 2.700 vietnamitas del "Huey-Fong"
Los 2.700 refugiados vietnamitas que se encuentran a bordo de un carguero en la bahía de Hong Kong, están «en situación precaria y puede que tengan que permanecer en el buque durante meses o años si siguen negándose a zarpar rumbo a otro peurto», ha declarado hoy un funcionario de las Naciones Unidas en esta capital.Angelo Rasanayagam, miembro de la Alta Comisaría de la ONU para Refugiados, manifestó a dos portavoces de estos vietnamitas a bordo que, a pesar de los llamamientos de la organización mundial, el Gobierno de Hong Kong no piensa ceder en su postura de oposición a su desembarco e instalación, ni siquiera temporal, en esta colonia británica.
«Ante esta situación -siguió diciendo Rasanayagam-, la única alternativa para los refugiados a bordo del carguero Huey-Fong es zarpar hacia el primer puerto, es decir, hacia Taípei (Formosa), cuyo Gobierno tampoco desea hacerse cargo de ellos, aunque existe la posibilidad de que les permita salir de la isla, por vía aérea, hacia otras naciones.
El Gobierno panameño, cuyo pabellón enarbola el Huey-Fong, así como otros buques con refugiados vietnamitas a bordo, se encuentra enormemente preocupado por la imagen que pueda reflejar esta situación y ha suprimido de su registro naval el nombre del buque citado, al igual que el de otro barco, el Tung-An, que con 2.400 refugiados de Vietnam se encuentra anclado, y en similares circunstancias, en la bahía de Manila.
La situación de estos últimos es harto más complicada, ya que dicen -y la prensa lo ha publicado- que pagaron su pasaje al Gobierno de Vietnam. El embajador vietnamita en Manila, Nguyen Ba Bao, niega la veracidad a estos informes, y añade: «Mi país no ha organizado este éxodo ni se está aprovechando de esta oleada de gentes que abandonan Vietnam.
«Deseo dejar bien claro -añadió el embajador- que mi Gobierno ni ha organizado ni organizará jamás el traslado de estos refugiados. Lo que ha ocurrido es que ellos son los que han proyectado su huida abordo de pesqueros y otras embarcaciones en las que se lanzan a la mar, y cuando llegan a cualquier país son recibidos,con los brazos abiertos por los reaccionarios internacionales. Y, además, hay gentes que hacen su dinero aprovechándose de la situación de estos desgraciados.»
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