Incertidumbre por el futuro, político de Argelia
Un compás de espera cargado de incertidumbre se ha instalado en Argelia tras la desaparición de Huari Bumedian, aunque en el futuro inmediato está descartada toda modificación importante de trayectoria de la revolución argelina «que no es menos viva y potente», según la prensa oficial de este país. Ayer continuó el desfile de las delegaciones extranjeras que asistieron a los funerales presidenciales, mientras Argel y las demás capitales recuperaban una apariencia normal en los límites que traza el duelo oficial de cuarenta días decretado por las autoridades.El presidente interino, Rabah Bitat, dirige los destinos de Argelia asistido por el Consejo de la Revolución y los miembros del Gobierno, y se espera que serán reveladas rápidamente las modalidades para el nombramiento de un futuro candidato a la presidencia, en un plazo máximo de 45 días, si es aplicada la letra de la actual Constitución.
Sin embargo, no hay la menor duda de que desde el pasado viernes Argelia ha entrado en una nueva era y que los próximos años prometen ser el marco de una expresión diferente en el contenido político de la revolución argelina, que diferirá de los trece últimos años, siquiera sea porque Huari Bumedian era el hombre irreemplazable de la unidad nacional,
Los cambios que pueden producirse en Argelia no serán de una tonalidad extrema, a corto plazo, porque esto significaría prescindir de la herencia política dejada por Bumedian.
Queda, con todo, el convencimiento de que nadie va a parar la dinámica abierta por Bumedian para terminar el proceso de institucionalización y, en particular, no se va a interrumpir el proceso tendente a sacar del marasmo al Frente de Liberación Nacional, dotándole de unas estructuras nuevas y de unos nuevos estatutos. El nuevo FLN no debe ser, teóricamente, una simple caja de resonancias ni tampoco un movimiento rival de las fuerzas armadas, única organización estructurada y disciplinada en Argelia.
